El Camino de Invierno es seguro, solitario y reduce el temor a la COVID

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Dos peregrinos rusos afincados en Alicante atravesaron hoy O Barco, Vilamartín y A Rúa para rendirse al encanto del paisaje y la naturaleza de esta ruta jacobea

El Camino de Invierno abre paso a los peregrinos de otoño. Sus peculiaridades lo convierten en una ruta segura, desde el punto de vista sanitario, y apartada de la COVID-19. Apenas un «alma» en su amplio y sinuoso recorrido, ideal para rendirse a su encanto y, al mismo tiempo, apartarse de la crisis desatada por la COVID-19.

Victoria y Alexi, rusos afincados en Alicante, partieron en las últimas horas de Ponferrada (León), a través de esta ruta jacobea, atravesando O Barco, Vilamartín y A Rúa. En este último municipio retrataron algunas pinceladas de la que representa su primera peregrinación a Santiago de Compostela. «Es un Camino seguro, solitario. No nos asusta, no tenemos miedo», explicaron, explicaron en alusión al coronavirus.

Y es que en el Camino de Invierno, y más durante esta crisis sanitaria, la soledad es la compañera de viaje, cumpliéndose de forma natural la distancia social clave en la prevención del virus.

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Ambos peregrinos viajaron expresamente desde Alicante a Ponferrada para realizar el Camino de Invierno, movidos por la cultura y la necesidad de disfrutar de la envolvente naturaleza.

«Hemos venido solos. La gente de los pueblos del Camino es muy amable», valoran ensalzando esta ruta jacobea.

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Es su primera vez como peregrinos y su intención es recorrer, la próxima primavera, otro Camino, el Primitivo. La experiencia está resultando «muy bonita», añade.

El Camino de Invierno merece la pena. Es seguro (frente a la COVID), solitario y ayuda a reducir el temor y estrés que suscita la COVID-19. Esta ruta jacobea es toda una alternativa para practicar el distanciamiento social en los nuevos tiempos de coronavirus y, al mismo tiempo, vivir la gran experiencia del Camino.