El Mosaico del Sil fue retomado este fin de semana en una actividad este año si cabe más especial porque incluía un apartado homenaje póstumo a Luis Ramos. Una barca, bautizada como Luis y Ana —»Lusiana»—, una garza, una nutria y su perra «Nina» recuerdan ahora a este vecino de O Barco tan querido.
Fueron muchas las manos para confeccionar el mural, tantas que el número de pareja de guantes a repartir entre las personas que quisiesen participar en la confección del mosaico prácticamente se agotó.
La elaboración de este gran mosaico fue muy especial. Una vez más, fue dirigido por el artista barquense Chere —Gerardo Rodríguez—.
Se emplearon trozos de azulejo cedidos por Almacenes Pereira. Ganas de participar y muy buen ambiente protagonizaron la elaboración del mosaico.
Gerardo Rodríguez explicó que «Luis nunca dejará de existir. Siempre vivirá en el río, en forma de nutria, garza y en este entorno al que está tan ligado permanecerá eternamente».
El diseño fue realizado en base a las personas que pasaron tiempo con él y llegaron a la conclusión de su energía estaría representado por dichos elementos.
Pero también en el mural se realizaron cangejos, un búho, el antiguo Puente de San Fernando y un pescador que hace referencia al río Sil. «El mosaico es un espejo de la vida en el Sil», añadió Chere.
El mosaico ocupa, aproximadamente, 30 metros cuadrados de figuras. «La participación ha sido extraordinaria», concluyó Chere.
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