El concejal de Cultura de A Rúa idea alternativas en los nuevos tiempos de COVID-19 para restaurar el pulso cultural
A Rúa retomó este fin de semana las proyecciones cinematográficas en el «Avenida». La clausura de la actividad cultural ha sido la tónica dominante en el último año, desde que irrumpió la pandemia y el estado de alarma, el 14 de marzo de 2020. El concejal de Cultura, José Vicente Solarat López ya vaticinaba entonces la suspensión absoluta de la vida social para mucho tiempo. Hoy, un año después, se centra en buscar alternativas a los nuevos tiempos de COVID-19, donde O Aguillón, espacio privilegiado de naturaleza en el municipio, se presenta como el entorno alternativo seguro para retomar el pulso cultural. Eso sí, siempre y cuando la evolución de la situación epidemiológica lo permita.
La desescalada, la vacunación y la mejora de la situación epidemiológica lleva a idear, con cautela, cómo podría ser la actividad cultural el próximo verano en A Rúa.
La pandemia aniquiló la cultura, tal y como ya auguraba en el momento que estalló el coronavirus…
Sí y los tiempos que están por llegar van a ser parecidos a los de hoy. Va a haber que recurrir al aire libre, prescindir de macro concentraciones y esto, también, reduce la oferta cultural. En A Rúa, intentaremos llevar a cabo alguna iniciativa si la situación epidemiológica se va manteniendo.
¿Qué tipo de oferta cultural prepara?
De hecho ya estamos trabajando el autocine para el próximo verano —que funcionó por primera vez el pasado año—. A ver si este año cuaja de forma más potente. Entendemos que es una forma de esparcimiento, en un lugar seguro como es el coche y en un entorno maravilloso.
O Aguillón es, por tanto, el lugar perfecto para evitar contagios, ¿cómo podría ser el próximo verano?
Veo que puede haber una situación más llevadera, teniendo en cuenta que hay cada vez más personas inmunizadas. Creo que en el verano se va a poder hacer algún espectáculo no de masas pero sí algún musical con aforo reducido. Eso lo estamos planificando ahora por si se puede ejecutar. Obviamente, el espacio tiene que ser O Aguillón porque teniendo esa alternativa no vamos a «enlatarnos». El año pasado hubo charangas varios días. Vamos a tener que seguir jugando con este tipo de alternativas. Esperamos poder abrir alguna ventana que permita algún concierto al aire libre con un aforo más reducido.
Por tanto, O Aguillón es la gran baza de A Rúa para recobrar el pulso cultural…
Es el momento de sacar partido a O Aguillón, de descubrir la potencialidad que tiene, sobre todo porque es también el lugar que más se ajusta a la nueva realidad. Si haces un concierto en el antiguo campo de fútbol con aforo limitado, por ejemplo, estamos hablando de 10 mil metros cuadrados de modo que cada persona toca a 10 metros cuadrados de distancia social. Creo que sí, que es posible retomar parte de la cultura, con mucha más discreción y seguridad. Tenemos en la «caseta de salida» esta posibilidad. Y ojalá podamos hacerlo porque si A Rúa puede significará que también lo podrá hacer una parte del país.