Rodrigo Marini: «Mi sueño es dirigir largometrajes»

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El cineasta y realizador prepara un nuevo cortometraje y ha comenzado a perfilar la escritura de una novela

El cineasta Rodrigo Marini no para, afronta nuevos proyectos. Inmerso en un proceso creativo constante, ahora prepara el guión de un nuevo cortometraje y ha comenzado a perfilar una novela. El director, con David Santamaría, de «Dragón Blanco» —cortometraje premiado con uno de los Premios Lorca y también con cuatro nominaciones al «Festival de Cortometrajes cortos con Ñ de Madrid»—, tiene en mente llegar a dirigir largometrajes, aún cuando su verdadera pasión sea el mundo de los «cortos».

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Rodrigo Marini trabaja hoy en la productora Cuarzo haciendo televisión, donde ejerce como realizador y editor de video. Ahora mismo, forma parte del programa La Roca de La Sexta y ejecuta otros trabajos en Tele 5.

Nació en Buenos Aires (Argentina), con ascendencia en Cañuelas, y llegó a O Barco en 1990, donde residió durante años. Hoy vive en Madrid, pero viaja con frecuencia a Valdeorras, la que considera su tierra aún cuando en su corazón lleva dos países.

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Valdeorras de Cerca: Primero llegó Un Mundo Salvaje y después, Dragón Blanco. Este último no solo premiado con un Premio Lorca sino que tiene cuatro nominaciones en otro festival…

Realicé con David Santamaría «Un Mundo Salvaje», un cortometraje estuvo en Amazon Prime en 64 países y ahora mismo esta en Filmin y FixOlé. Es un corto en el que actúa Javier Cansado, María Garralón, Fernando Albizu, Rodrigo Poisón, Cecilia Gessa, Santi Senso, Héctor Carballo y Alberto Vázquez. Ha pasado un periplo de festivales y ha ganado algún premio en festivales de Londres y Estados Unidos. En USA ganamos el WorldFest de Houston al mejor cortometraje dramático de larga duración, que es el festival de cine independiente más antiguo americano y este premio lo han tenido otros como Spielberg, Spike Lee y Robert Rodríguez, entre otros.

Ahora estamos con «Dragón Blanco», cuya distribución lleva Ismael Martín, con Selected Films Distribution, que es uno de los grandes distribuidores de cortometrajes en España. La idea es tener este cortometraje viajando por el mundo, pues la distribución es también a nivel internacional, y a ver qué nos depara el destino. Estamos contentos porque estrenamos en Granada y fue un estreno con premio (Premio Lorca) y, ahora, el martes 16 de enero tenemos cuatro nominaciones en el Festival de Cortometrajes cortos con Ñ de Madrid (Lavapiés, 9), que es un festival más pequeño pero alternativo, muy underground y con mucha historia.

V de Cerca: ¿En qué proyecto estás ahora mismo?

Ahora mismo estoy terminando una novela sobre boxeo y escribiendo un guión de otro cortometraje que es de un género más social. No puedo desvelar mucho de la historia porque los guiones son vivos y está todavía en proceso creativo. Estoy leyendo e informándome mucho. El nuevo corto es la historia de un artista con una enfermedad. Esto requiere un gran trabajo de documentación, hablar con profesionales de la medicina, entrevistar a pacientes y leer historias para poder desarrollarlo.

V de Cerca: ¿Cómo te defines como profesional y en qué estás trabajando ahora?

Siempre digo que si los cineastas no terminamos presos, ya hemos tenido éxito (se ríe). Estoy escribiendo una novela de los «bajos fondos» del boxeo, deporte que he practicado durante 11 años en Vallecas. No es un «Rocky», es realmente la reivindicación de un personaje con un background boxístico. La idea es abordarlo en el campo de la literatura y cuando ya esté el libro intentar sacarlo en película o en una serie. Yo realmente me considero cortometrajista, me gusta mucho el cortometraje, las historias cortas, creo que es muy complicado contar historias cortas en tan poco tiempo. No es lo mismo contar una historia en un largometraje, que hay tiempo para desarrollar personajes, tramas y subramas, que dirigir y escribir un corto de 10 a 25 minutos.

V de Cerca: ¿Qué tratas de aportar a través de los cortometrajes?

Nosotros intentamos hacer —que no hemos inventado nada pues en el mundo del cine ya está todo inventado y hay grandes maestros—, cortometraje con estructura de largometraje, es decir con su planteamiento, nudo y desenlace, con sus subtramas. Por ejemplo, «Dragón Blanco» es la historia de un especulador inmobiliario y un narcotraficante que por el pasado de un miembro de su entorno puede equilibrar su vida y su propio negocio. Pero hay mucha crítica social entre líneas, hay 14 personajes y todos ellos aportan algo, hay peleas de mafia china, mafia española, crítica a la religión, a la especulación inmobiliaria, las drogas, la prostitución, la lealtad…

Intentamos que no sea como un gag, sino que el propio corto sea una película. Eso conlleva condesar mucho la historia y explicarla muy bien para que se entienda a la primera, porque no hay tiempo. Tratamos de que la historia vaya evolucionando con los personajes.

V de Cerca: ¿Cuál es tu sueño?

Mi idea es poder dirigir largometrajes. Todo esto que hacemos nos encanta y nos apasiona pero la idea es no parar, seguir y seguir creando historias, personajes escritos por nosotros. Pero también estamos con ganas de leer novelas, de que nos ofrezcan historias. «Dragón Blanco» es un cortometraje, pero da cabida a una serie y a un largometraje. De hecho, tenemos mucho material más rodado.

V de Cerca: Tu corazón está divido entre Argentina y O Barco y Valdeorras está muy presente en «Dragón Blanco»

Siempre dije que quería rodar en Valdeorras, que tenía ganas de mostrar mi tierra al mundo. Considero a O Barco mi tierra pues llevo aquí 34 años. Cuando digo voy a mi pueblo, es Valdeorras y cuando no estoy allí siento la morriña del gallego. Pero también me considero argentino. Puedo decir que tengo dos países.

En «Dragón Blanco», los protagonistas huyen de la ciudad y se refugian en Valdeorras. Elegí el lugar por ser mi tierra, donde yo encuentro mi refugio. Tiene una gran simbología para mí. En el cortometraje mostramos una parte de A Rúa Vella, el entorno de la iglesia vieja de O Barco, O Bañadoiro de Vilamartín y varias carreteras salpicadas por viñedos. Uno de los protagonistas de Dragón Blanco es José María Rodríguez, de O Barco. También el guitarrista barquense Jorge Ojea, con el comparto una gran amistad, es el encargado de la banda sonora. Y también es importante la labor de Pope Maroto (director de fotografía) y Patricio Barandarian, que compone y escribe la canción final de Dragón Blanco con arreglos del propio Ojea. Siempre me he sentido muy querido en Valdeorras. No descarto en el futuro rodar íntegramente en Galicia y en gallego.