Piquico, el artista que agita los sentidos: «Somos transhumanistas alienados»

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El artista de Viana inauguró su exposición «Entroido. Mobiliario vestido» en el castillo de Monterrei donde permanecerá hasta el 30 de noviembre

Piquico, (Ángel Manuel Rodríguez Romero) inauguró su exposición “Entroido. Mobiliario vestido”, en el castillo de Monterrei, donde permanecerá abierta hasta el próximo 30 de noviembre (en horario de 11,00 a 17,00 horas, de miércoles a domingo).

La mirada personal del autor de Viana, profesor de Instituto (en Vigo) desde hace más de 30 años; el Entroido y su visión del mundo modelan originales esculturas funcionales llenas de luz y vida con el retablo de fondo de sus pinturas, óleos y acrílicos en los que sobresale la fuerza del color.

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Piquico podría definirse como el autor que agita los sentidos, promueve el pensamiento, el conocimiento de uno mismo y la consciencia: la realidad nunca es como se pinta, hay que darle la vuelta para hallar la verdad.

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Piquico en estado puro. Nos muestra su visión del mundo, presente en su obra.

Valdeorras de Cerca: Acercas a Monterrei una exposición llena de originalidad. ¿Qué pieza destacarías. Es esta faceta de escultor la que más te llena?

Llevo tiempo centrado en la escultura, que es lo que más me ocupa porque me gusta que sea funcional. De la exposición de Monterrei destacaría una pieza de tres metros y medio que forma parte de una escultura de cinco metros. Fue expuesta en Viana en su día en el pabellón. Tiene su historia. No incorpora una parte de la base porque la sala no es muy grande, de ahí el cambio.

Valdeorras de Cerca: ¿Como artista qué pretendes transmitir?

La esencia, el espíritu, la belleza y la armonía. Pretendo agitar los sentidos, abrir los ojos y sentir, en una época que no es fácil, caracterizada por la «tontería mental».

Valdeorras de Cerca: ¿Te refieres a una sociedad impersonal?

La evolución del hombre parte de la magia, religión, ciencia y tecnología para acabar en el transhumanismo, el poder transhumanista, donde los sentidos no cuentan. La sociedad está perdida de si misma. El concepto de Sócrates «cónocete a ti mismo», hoy en día, no importa nada.

Valdeorras de Cerca: Eres crítico con la educación

Soy muy crítico, la educación es frustrante. No se nos enseña a conocernos a nosotros mismos, sino todo lo contrario. Es muy triste. Puedo decir que a pesar del sistema educativo, en mi caso, no me olvidé de mi. El alumnado de hoy debería conocerse por lo menos a si mismo para poder reaccionar y pensar. Pero con el transhumanismo en el que estamos y el tipo educación no hay cabida para los sentidos. El sistema actual da pie a odiar el conocimiento.

Valdeorras de Cerca: Hablas con frecuencia de transhumanismo…

Estamos en un mundo donde encontrar la verdad es difícil. Eso nos lleva a mirar referentes para que nos ayuden (políticos, médicos, profesores etc. etc.). Uno está ausente de sí mismo. Es un camino hacia el transhumanismo muy bestia. Todo está controlado por los grandes poderes. Somos seres transhumanistas totalmente alienados. Se fomenta la ausencia de un mismo ayudado por el sistema educativo. Nos roban nuestro yo, nos roban las preguntas y las respuestas. Son los grandes poderes los que montan la educación. Está aniquilado el yo y se busca otro yo que no es el de uno mismo. Esa ilógica va creciendo.

Exposición de Piquico en el castillo de Monterrei

Valdeorras de Cerca: ¿Estamos pues ante una evolución de la sociedad que se aleja del concepto profundo, que no piensa. Esto se refleja en tu obra?

Hay qué buscar los «culpables», ver de donde vienen las causas. Hay muchas estrategias de manipulación en todos los ámbitos políticos, sociales, tecnológicos y esto lo que genera es que no se sabe buscar el horizonte de uno mismo. Hay un cambio, como decía antes, a un transhumanismo muy bestia. He realizado diversas obras de crítica sociopolítica. Por ejemplo, hace ya muchos años hice un Cristo escapando de la Cruz, con la boina. Lo de la boina debe ser lo de la «Galicia profunda» (se ríe).

Valdeorras de Cerca: ¿La sociedad retrocede, el mundo está «patas arriba»?

Como dice Eduardo Galeano, hay que darle la vuelta a las cosas para ver la verdad de hoy en día. Cito un pensamiento del autor: «Hay carteles de protesta clavados en las grandes ciudades del mundo: No nos dejan ver las estrellas. Firmado: La gente». Pero después añade: «En el firmamento han aparecido ya muchos carteles que claman: No nos dejan ver a la gente Firmado: Las estrellas«. Y cambia el «cuento». Si no nos enseñan a percibirnos a nosotros mismos, ¿cómo vamos a percibir la naturaleza? Nos imponen a saco todo desde los grandes poderes y eso desemboca en todo tipo de dictaduras, las dictaduras de la imposición.

Valdeorras de Cerca: Tienes un halo de rebeldía, ¿cómo te defines?

Intento ser consciente. La consciencia produce dolor. La belleza produce felicidad, pero la belleza es un campo muy amplio, no es solo bonito o feo. La reacción, rebelarse, o no, puede ser visceralismo o un sensacionalismo moderno. Me considero una persona que siento.

Valdeorras de Cerca: ¿Hay que ver siempre más allá?

La gente en general no ve nada. El conocimiento es holístico. Existen las especialidades, que se traducen en que sabes de una cosa y no sabes de otra y eso que sabes ya está programado para que lo sepas. Los ojos con que miramos las cosas son los mismos con los que somos observados. Existe el ying y el yang como complementario y como unidad, pero hay que entender la dualidad para entender la unidad. Hoy en día la filosofía no importa nada. Somos transhumanistas. La velocidad a la que vamos es tremenda.

Valdeorras de Cerca: ¿Habría que recuperar entonces la filosofía, en la vida y en las aulas?

Filosofía, antropología, sociología… Hoy todo está programado, desde hace muchos años. Ahí están la de Noam Chomsky y su concepto de la manipulación; «Las 48 leyes de poder», las «Estrategias de la Guerra», etc. O incluso se puede hablar de los grandes sicarios o psicópatas de grandes civilizaciones. Le hablas de esto a la gente y tienen un desconocimiento absoluto de la materia.

Valdeorras de Cerca: ¿Dónde queda la esperanza?

La esperanza es lo último que se pierde o bien la utopía. La utopía es caminar. Pero como se ha educado de una forma determinada, tampoco se camina con aquello de que «aquí yo solo no hago nada». Hay un ego, un «ego selfie»: necesitamos unas fotos para reconocernos. Hacemos un viaje en la vida en el que el destino es lo que parece importar y no el camino. No somos conscientes de ese camino.

Valdeorras de Cerca: ¿Egocentrismo?

Nos han inculcado muchas cosas. A río revuelto, ganancia de pescadores. Y cuando una persona se aparta del pensamiento global es señalada, se queda aislada.

Valdeorras de Cerca: ¿Que le aconseja a sus alumnos?

Lo importante es que primero aprendan qué es la Plástica y después, si se puede, que aprendan a dibujar. Primero hay que saber quién es uno para poder expresar inconsciente o conscientemente para verse reflejado en una obra. Yo pienso que las obras artísticas más que hijos son padres que nos enseñan quiénes somos.

¿Cuál es tu proyecto ahora?

Estoy con proyectos de escultura del Entroido de Viana y todos los Entroidos de Galicia, siempre buscando lo que más me llama la atención. Seguiré haciendo más. Tengo prevista una exposición de la Diputación en Ourense, si bien todavía no hay fecha fija.