La belleza del Camino de Invierno y su gran enemigo

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En el trazado A Rúa-Os Alvaredos aparecen diseminados vertidos incontrolados que rompen la magia de la naturaleza

El Camino de Invierno es una de las rutas jacobeas más bellas por su agreste paisaje. Su trazado no solo es elegido por peregrinos, sino también paso de lugareños, que aprovechan sus senderos para practicar senderismo o pasear.

Es el caso del tramo entre A Rúa y Os Alvaredos (localidad esta última ya de la provincia de Lugo). Los fines de semana concentra a caminantes que se cruzan en su recorrido, al borde de la carretera, con un mismo objetivo: pasear y disfrutar de un día magnífico respirando naturaleza.

El Camino se torna agradable, envuelto en la energía natural de su paisaje.

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Pero la magia se rompe cuando aparece su gran enemigo, el incivismo.

Basta con posar la mirada en los verdes pinares de este entorno para descubrirlo. En ellos, se asoma la inconcebible y anacrónica estampa de vertidos incontrolados, un atentado contra el medio ambiente propio de la falta de educación de aquellos que creen que la naturaleza tiene boca para tragarse lo que le echen.

Entre las verdes masas de bosque emergen en grandes cantidades botellas de cristal, algunas rotas en mil añicos.

El Camino sigue serpenteando bajo los pies de senderistas y peregrinos, destapando hermosas vistas que hacen olvidar momentáneamente lo que parecía un vertido puntual.

Pero pronto, unos cuantos pasos más en el avance del recorrido, vuelve a llamar la atención más vertidos.

En medio de un pinar sobresalen unos bultos negros que estremecen. Se trata de un conjunto de bolsas de basura llenas y perfectamente atadas, tiradas a conciencia.

Disfrutando del paisaje agreste, de sus rocas, van aflorando más y más monstruosos vertidos: un electrodoméstico que parece ser una lavadora, un par de parachoques de un vehículo, abundantes restos de obras de construcción y todo ello diseminado en distintos tramos salpicando el entorno.

La estampa natural salta por los aires.

El Camino de Invierno está amenazado por la falta de cultura medio ambiental de unos pocos.