Fernando García Viso:»remaré hasta que los brazos digan basta»

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Fernando García Viso
Fernando García Viso

Cuando era un niño el río Sil era su juguete, allí permanecía largas horas, porque primero hay que amar el agua, el río…  amor convertido después en pasión por la piragua. Fernando García Viso, presidente del Club Fluvial Barco, lleva 35 años practicando piragüismo, siendo el más veterano de este deporte en Valdeorras y Galicia.  Para este conocido deportista barquense, el piragüismo es mucho más que un deporte, es un modo de vida, aún cuando no viva de ello. “Planifico todo en función de ello. Y no es por los resultados deportivos puesto que nunca los tuve, ni los voy a tener”, dice con modestia.
Viso, que ha conquistado numerosos podios o premios en regatas a lo largo de su trayectoria, es espejo de lucha, constancia; entrega en cuerpo y alma a la piragua, desde que remó por primera vez hasta la actualidad.

Prueba de su inquietud por el piragüismo es que cuando era un crío se desplazaba de O Barco hasta A Rúa  todos los días para entrenar, y lo hacía en bicicleta (lo que le costó un accidente) e, incluso,  “a dedo” .

Viso es uno de los rostros más asociados al Sil en O Barco, sinónimo de horas de entrenamiento, sacrificio, lucha… la piragua es su “todo”: “Es un deporte muy bonito, pero muy duro”, explica, de modo que para practicarlo tiene que «enganchar y enamorar».

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El piragüismo es un deporte más difícil de lo que  se imagina…

Sí, hacer piragüismo no es como correr, que te pones las zapatillas y ya haces dos kilómetros. En la piragua, no. Sólo para dar un paseo ya hay que pasar un proceso de aprendizaje que, técnicamente, es difícil.  En los últimos años, además, sobre todo en las carreras de veteranos, hay un nivel y una competitividad enormes. De hecho, compites contra una gente de tu edad en veteranos que pueden remar un campeonato senior de fondo, o una liga de ríos de fondo, y están muy lejos de ti, tienen muchísimo nivel. El piragüismo es muy bonito pero exige mucho. Tu ves una carrera de corredores y a la salida hay compadreo y risas. En una salida de las piraguas, jamás.

Fernando García Viso, entrenando en el embalse de A Rúa

¿Cuánto entrena?

Yo procuro entrenar seis días a la semana, cuatro de agua y dos de tierra. Una media de hora y cuarto. Pero no es suficiente. Eso vale para ir a una regata de veteranos nacional pero nunca he ido a un campeonato de España de veteranos. Posiblemente, en mi categoría estaría del sexto hacia atrás. El primero y cuarto de España en la categoría  de veteranos están en el Fluvial Barco, que son Bernardo Sánchez y Miguel González, y yo con ellos, por ejemplo, no soy capaz de ir, me cuesta bastante. En el campeonato gallego ellos quedaron de primero y tercero y yo llegué de cuarto,  pero  a una distancia grande de ellos. También Jesús Rodríguez, en la categoría de veteranos, este año dobló el Senior y el Veterano en el Campeonato de España, y si bien quedó tercero en el Veterano, en el Senior quedó de 26. Pero hay que tener en cuenta que los  25 que están por delante son personas que están peleando por entrar en el equipo nacional. Con esto Quiero decir que, en general, el nivel es muy alto.

Es presidente del Club Fluvial Barco desde hace muchos años, ¿existe apoyo al mismo y al piragüismo en Valdeorras?

El Club se fundó en el año 1983, del que soy presidente a excepción de tres años. Y sí, hay apoyo. Todas son  facilidades. En O Barco hay Club, en A Rúa no lo hay pero nos tratan como si fuésemos de aquí, o mejor. En Sobradelo (Carballeda), la colaboración también es total.  Tenemos el Club abierto a toda la comarca. En A Rúa hacemos cursillos todo el verano. Yo entreno en el entorno del embalse de O Aguillón. Si  no fuese por el Ayuntamiento de A Rúa nos veríamos abocados a restringir la actividad pues por desgracia el río Sil no sirve para todos los entrenamientos pues o lleva un exceso de caudal o está seco, no hay término medio. Y para entrenar necesitas una lámina de agua como la del embalse de A Rúa, donde el agua está parada, te permite medir mejor las distancias. El río Sil tiene limitaciones. Por tanto, la implicación de los Ayuntamientos está ahí, pero el Club también cuenta con patrocinadores importantes, concretamente Funeraria La Cruz y Actyon. Por otra parte, Iberdrola colabora económica y logísticamente para la organización de regatas (liga provincial, Copa España de descenso de aguas bravas y el Descenso del Sil).

Fernando Viso

¿En qué momento está el piragüismo en Galicia, a nivel nacional y local?

España es puntera a nivel mundial y Galicia, a nivel nacional. Acaba de ser la Copa de España de 1.000 metros en Trasona y los clubes gallegos han arrasado en todas las categorías. Galicia es la Comunidad donde más licencias hay, el número crece de forma exponencial. El trabajo de la Federación ha sido excepcional. El tradicional Descenso del Sil en O Barco también es prueba de ello, pues teníamos una media de 200 participantes al año y, en los últimos, hay 400, que es muchísimo. Ya no cabe más gente en el río. En Valdeorras, el club Fluvial Barco cuenta con 95 licencias (federados). Y el número está muy bien.

 ¿Cómo valora la competitividad en el piragüismo?

Hay competencia, pero humilde. En este deporte la cura de humildad es brutal porque tu puedes ir a remar en el pantano y ganar, pero eso es una parte mínima. Sabes que nunca vas a llegar a otros niveles.  Yo he remado en campeonatos gallegos teniendo en la calle de al lado a un competidor de la selección nacional, de modo que sabes que no vas a superarle por cualidades, genética, entrenamiento, por calidad…, El piragüismo es un deporte en el que no está pendiente nadie de ti. Es un deporte solitario y duro. Y siempre lo digo, es un deporte para gente muy humilde, donde no anida el ego. Eso sí, te tiene que enganchar y enamorar porque para mí es una forma de vivir. 

Después de entrenar
Después de entrenar en el embalse de A Rúa

¿Cuáles son sus aspiraciones?

Remar hasta que los brazos digan basta.  A nivel de Club lo que quiero es que crezca. Estamos haciendo un esfuerzo para ello y nos está costando mucho pues hoy los chavales tienen demasiadas cosas y muy poca tolerancia al sufrimiento. En la sociedad actual, los niños quieren resultados inmediatos. Para mí el río Sil, en mi infancia, era mi juguete. Me levantaba por la mañana y me tiraba allí desde las 10 de la mañana hasta las nueve de la noche. Y la piragua llegó porque se hizo un curso en O Barco para enseñar este deporte. Recuerdo que para aprender me tiré casi un mes porque éramos muchos chavales. Y eso engancha. Pero los niños hoy, quieren todo ya, resultados inmediatos. Pero esto requiere un poso, una maduración.

Viso, tras enternar

¿Cuál sería la parte más satisfactoria del deporte?

A mí lo que realmente me da satisfacción es cuando de repente nace algún aspirante de verdad. No me refiero al que más rema, sino que le ves algo, que insiste, que lucha, que te reconoces en esa persona. Eso es lo que a mí me llena. Ver que un chaval, aún cuando haga un frío intenso, no falla nunca para remar con su piragua, que quiere aprender, progresar… El reconocimiento, eso para mí sólo son fuegos artificiales.

¿Qué mensaje o consejo le gustaría lanzar?

Que para llegar al piragüismo hay un paso previo que es el río, el agua, el contacto con el Sil, la piragua viene después. Esto es algo que se perdió, el valor del río, el decir “me tiro allí todo el día”. A mí me entristece ver cómo los chavales tienen la agenda milimetrada y entrenan las horas fijadas, en el día establecido. Yo estoy deseando que llegue alguno que rompa las normas para estar en contacto con el río y la piragua, que haga lo que hice yo (luego le castigaremos pues no estoy incitando a eso): reventar una puerta para coger una piragua y marcharme al río.  Es el punto ese de decir me aburro, pues me cojo una piragua y me voy a remar. Me encantaría. Que se vean esas ganas e interés. Ahora tienen todas las facilidades, actividades, regatas, monitor, piraguas…Yo recuerdo que iba hasta A Rúa todos los días en bicicleta para entrenar y, en una ocasión, tuve un accidente.  A veces iba «a dedo».

¿Seguirá acudiendo a regatas?

Por supuesto. Yo siempre voy a las regatas a competir. Me gusta, pero  también que los niños y jóvenes que vienen por detrás vean lo que hay, el compromiso que exige.