El ponferradino Luis Valle y la zamorana Patricia Sánchez se hicieron con la victoria mientras el barquense Nando Lopes se llevó el trofeo en la modalidad e-bike
El sábado 7 de octubre se celebró en Quereño (Rubiá) una nueva edición del evento ciclista Tres Lunas Race. Tres modalidades (Competitiva, Experience y e-bike) fueron las elegidas para teñir de color una zona catastrófica arrasada por los terribles incendios de Valdeorras en 2022.
Los corredores llegados desde Madrid, Barcelona e incluso Francia destacaron, sobre todo, la espectacularidad del entorno y el buen trato recibido.
En la modalidad MTB competitiva, el ponferradino Luis Valle y la zamorana Patricia Sánchez se hicieron con la victoria. El barquense Nando Lopes, se llevó el trofeo en la modalidad e-bike.
Desde la organización, prometieron volver más fuertes con su lema “We are back Stronger” y a pesar de tener que reinventarse (con un cambio de formato y nuevos recorridos), esta edición que “ha sido la más difícil de sacar adelante, pero sin duda la más especial por muchas razones”, posiciona a Quereño y a Tres Lunas Race como un destino permanente de MTB, generando además un nuevo atractivo en sus montes y un nuevo motor de desarrollo tanto para ellos como para sus vecinos de Puente de Domingo Flórez, dos pueblos curiosamente “separados” por la linea (Galicia – León) que el río Sil forma entre ellos pero que, una vez más, han demostrado que la voluntad, la buena convivencia y las ganas están por encima de todo tipo de fronteras.
David Álvarez señaló que “en principio, la idea es mantener el formato para 2024, pero ahora más que nunca necesitamos esa colaboración que las instituciones delante de los medios en plena catástrofe (incendios de 2022) nos ofrecieron a todos los afectados que nos quedamos sin “nuestro” monte y que a día de hoy sigue sin materializarse de alguna manera».
Añadió que ahora, después de mucho trabajo y de la predisposición una vez más del pueblo de Quereño, de sus vecinos, la Mancomunidad de Montes y el Concello de Rubiá, se ha demostrado que «la desgracia lejos de apagarnos para siempre puede convertirse en una oportunidad para el futuro. Prometimos volver a brillar juntos, y esta nueva luz encendida sobre unos montes calcinados nos ha permitido encontrar caminos, sendas y antiguas corredoiras que unidas a las especiales condiciones del entorno (desniveles y distancia) hacen de Quereño una zona perfecta para la práctica del ciclismo en sus diferentes modalidades. Ahora depende de los de “arriba” hacer de esto un destino referente a través de un ejemplo único de recuperación y sostenibilidad», concluyó.