La experiencia desarrollada por Outonía en O Barco, A Rúa, Vilamartín y Petín, en colaboración con los concellos, culminó con la presentación de conclusiones
«Con-Fluencias. Cartografías fluviales con perspectiva de género», un proyecto con nombre «rimbombante» —calificado así por sus propias autoras, las integrantes de «Outonía Cooperativa«—, que se desarrolló en O Barco, A Rúa, Vilamartín y Petín, con la colaboración de los concellos, acaba de presentar sus conclusiones. El acto se desarrolló en la Casa Grande de Viloira.
Durante este encuentro en el que se presentaron las conclusiones del proyecto, se explicó todo el engranaje del su funcionamiento, como a través de las vivencias personales de cada participante se creó un reflejo común y confluencia de sus relatos para, a su vez, darle nuevos significados al territorio que habitan.
El objetivo de esta experiencia, en la que participaron mujeres de los citados municipios, fue «bucear» en la memoria de cada participante, compartir sus vivencias e historias para conformar un nuevo significado y dimensión del entorno a través de actividades como la cinotipia con antiguas fotografías —en este aso de la mano de la artista Sol Álvarez—, paseos sonoros junto al cauce —«audiopaseos», una técnica que recoge la memoria y crea recorridos para invitar desde el sonido a conocer lugares de otra forma, que fueron acompañados por Nacho Muñoz y el colectivo Galicia emocional—y la realización de un pequeño corto audiovisual.
El agua fue el elemento conductor para poner en práctica esta «cartografía» de la memoria: El río como lugar de encuentro, de amor, de socialización, de alegrías, de penas o de sustento, que ha ido fluyendo y transformándose para conformar nuevas realidades.
«Manteniendo viva la historia se puede mutar y darle nuevos significados. Las historias son caudales en los que navegar para conocer los territorios, lo común, la identidad. El sonido se convierte en un elemento con sentido, que nos invita a dejarnos asombrar por lo desconocido», expresan las integrantes de Outonía para retratar estas «Con-Fluencias».
Una interesante experiencia en la que afloraron las emociones y en la que, de algún modo, se reforzó el vínculo con el río Sil dibujando su cartografía fluvial más contemporánea.
