La Ruta da Loba da Fada ya está señalizada por las localidades y senderos por los que discurre
Cernego. Este es solo uno de los pueblos, y de los más pintorescos, que atraviesan las nuevas rutas de senderismo trazadas por el Concello de Vilamartín. En este caso, la Ruta da Loba da Fada, señalizada recientemente en la localidad.
Vecinos y algunos visitantes que apuran sus vacaciones —después de un lleno absoluto en la pequeña localidad durante el mes de agosto— valoran con entusiasmo las nuevas rutas. «Darán vida a los pueblos. Nos encanta que los senderistas pasen por aquí, conozcan el pueblo y descubran su encanto. Es una forma de revitalizar los pueblos», comentan.
Esta aldea, en la que durante el año tan solo viven un puñado de vecinos, es sinónimo de rural en estado puro.
Aquí el visitante puede contemplar las estampas propias del campo, desde un rebaño de cabras cruzando el pueblo con su pastor, hasta la recogida de frutos del campo y de la huerta.
Además, hay pequeños signos de recuperación marcados por la incipiente restauración de casas con solera, aquellas que ejemplifican la arquitectura del rural con singulares corredores.
El Concello de Vilamartín, que preside Enrique Álvarez Barreiro, ha solicitado la colaboración de los vecinos de los pueblos del municipio en la conservación de las nuevas rutas, que discurren por pueblos y caminos existentes, y en la difusión de la riqueza natural, paisajística de esta tierra.
Ha informado a la población y ha colocado carteles para explicar el beneficio para el entorno de disponer de esta iniciativa, uno de ellos la dinamización de la economía local y el buen estado de los caminos.
La Ruta da Loba da Fada discurre por Cernego, Robledo, San Vicente de Leira, O Mazo y Vilamartín, entre otras. Consta de 21 kilómetros. Y pronto habrá más, diseñadas en torno a leyendas y el encanto de esta tierra, como la Ruta de la Santa Compaña y la Ruta do Sacauntos.
Las nuevas rutas se asoman a la vida en el rural. Y Cernego es ejemplo de ello.