Nace la Asociación San Vitoiro con objetivos como la dinamización y proyección del pueblo y la elaboración de un censo de viviendas para proponer que se vendan o restauren
Cernego busca salvar el pueblo de su desaparición. Hoy, con apenas 14 vecinos, resiste el duro embate de la pérdida de población. El primer paso para afrontarlo ha sido la constitución de una nueva asociación de vecinos, San Vitoiro, cuyo objetivo es programar actividades para dinamizar la aldea y, al mismo tiempo, realizar un censo de casas que permita proponer a sus propietarios su venta o restauración a fin de contribuir a diseñar un futuro más próspero para el pueblo.
Idoia Sarriegui Táboas es una de las vecinas implicadas en la firme apuesta por devolver «pulso» a Cernego. Vive en San Sebastián, pero se desplaza al pueblo con frecuencia (una o dos veces al mes), donde tiene su casa restaurada y piensa vivir el día que se jubile. Está enamorada del pueblo y hace todo por amor al mismo. Observa con tristeza que siendo una localidad tan cerca de Vilamartín y del «corazón» de Valdeorras, esté, a su vez, tan lejos. Porque —estima— siendo un pueblo con encanto, que conserva intacta la arquitectura y esencia del rural, «es desconocido».
«Queremos que el rural, Cernego, no muera, que venga gente, que compren una casa, que la restauren. Aquí las venden muy baratas pero precisan obras. Algunas acabarán cayéndose», dice Idoia Sarriegui con preocupación. «Queremos poner en valor el pueblo, su arquitectura rural, el paisaje y darlo a conocer» —añade—, de ahí la nueva asociación, cuyo nombre oficial es San Vitoiro de Cernego.
Cernego conserva el sabor rural, con escenas de antaño que acentúan su singularidad. Pero hay una prioridad, la restauración de las viviendas, algunas de ellas a punto de desmoronarse. Este podría ser el primer paso para su despegue.
«Vamos a hacer un pequeño censo de las viviendas que hay, las que pueden ser habitadas, las que están a la venta, si tienen dueño localizado etc. Además, a través de páginas en redes sociales, a través de internet, trataremos de invitar a gente que se quiere ir a vivir al rural para ofertar el pueblo. Llegaremos hasta donde podamos», expresa.
Y cuando habla en plural se refiere «a la familia Zarauza, Patricia Vila, Manolo y sus hermanos, Maruja, entre otros. La mayoría de los vecinos nos apoyan y esto ya es importante», detalla Idoia.
Este fin de semana, la recién estrenada Asociación San Vitoiro de Cernego organizó una jornada de puertas abiertas en la iglesia, para animar a visitar el pueblo y que tendrá continuidad el último fin de semana de cada mes hasta octubre. En febrero también organizó una chocolatada para invitar a Valdeorras a conocer Cernego.
Es el principio de la puesta en valor de un pueblo rodeado de castaños, naturaleza y paisaje.
