Así es el ahora turístico paisaje de la pizarra

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Montañas escarpadas por el «oro negro» y lagunas artificiales verde esmeralda conforman un retablo de matices y contrastes

La pizarra ha modelado la fisonomía y paisaje del municipio de Carballeda de Valdeorras. Montañas en gris profundo, escarpadas por el «oro negro» y lagunas artificiales de color verde esmeralda pintan un retablo singular, único que ahora despierta al turismo industrial.

La actividad minera abre paso a los visitantes, mostrando la historia de una actividad minera que emerge de sus entrañas y que ha ido conformando la imagen e identidad de un territorio que, por sus peculiaridades, llama la atención.

El paisaje que la pizarra está lleno de matices y contrastes. Casaio es ejemplo de ello. Aquí, confluye el curioso contraste del paisaje industrial con el verde natural y, en lo más alto, del gran pulmón de las montañas de Trevinca.

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El paisaje de la pizarra ha tenido a lo largo de los tiempos sus seguidores y detractores. Hoy, es ya un reclamo turístico e, incluso, ha servido de plató de rodaje para un videoclip.

Su revitalización turística ha comenzado.

La reciente presentación del proyecto que pondrá en valor el paisaje de la pizarra ha dado ya el primer paso hacia lo que ofrecerá al visitante este entorno.

Carballeda y Valdeorras están impregnados con el sello y la fuerza natural de la pizarra.