El alcalde de A Rúa explica que se está intentando resolver la falta de secretario municipal y que el «accidental» está de baja
El alcalde de A Rúa, Álvaro Fernández, señala sobre las críticas del BNG, en cuanto a la queja de falta de información y transparencia, que influyen muchas cuestiones a la hora de responder con prontitud a la solicitud de documentación de este grupo municipal. «No negamos información al BNG, grupo que no está siendo justo por es conocedor de la realidad del Concello».
Una de ellas es que, en este momento, no hay secretario municipal mientras que «el accidental», el funcionario que hacía las veces del mismo, está de baja.
Da a conocer que la plaza de secretario está en el proceso unitario y «posiblemente en marzo ya sabremos si se cubre la plaza». Además, los presupuestos de 2021 contemplan la incorporación de una nueva figura para hacer frente a este tipo de imprevisto, un técnico de administración local.
El alcalde de A Rúa recuerda que «en su día solicitamos un funcionario interino y no se cubrió. Fue cuando tuvimos que recurrir al secretario accidental, ahora de baja. A Rúa tiene una Agrupación de Secretaría, de modo que la carencia afecta también a Petín pues compartimos secretario».
En cuanto al cambio de fechas del pleno ordinario del 4 de enero, asunto criticado también por el BNG, Álvaro Fernández explica que «fue en esa jornada cuando el secretario accidental se puso de baja. No pudimos convocarlo, porque no tenemos quien lo convoque y porque no tenemos secretario que nos asista en el pleno. Y en la Diputación también tenían personas de vacaciones y no era posible asistirnos inmediatamente para el pleno».
Otro de los factores que pesa, dice, a la hora de dar una respuesta rápida al BNG a preguntas y documentación es que que «existe una sobrecarga de trabajo del Concello en el que también influyó la anterior gestión municipal de cuando gobernaron. Si nos hubiésemos encontrado un ayuntamiento al día, todo sería más confortable y cómodo. Estamos trabajando a destajo.».
En este sentido, argumenta que es consciente de que hay que cumplir unos plazos y en su momento «se le pidió margen de tiempo al BNG» .
Además, pesa el hecho de que ha habido personal teletrabajando debido a la pandemia y que los técnicos tienen sobre la mesa un buen número de solicitudes de documentación del BNG que «exige un tiempo revisar para contestar, a mayores de su trabajo».
Álvaro Fernández insiste en que no es amigo de polémicas y que los descalificativos del BNG solo responden a «dar una imagen negativa de mí para desacreditarme y que no es cierta cuando resulta que a nosotros no nos dejó ni siquiera los 100 días de cortesía cuando empezamos a gobernar».