Abraldes: «Pintar los murales del Camino en O Barco y A Rúa fue una gran experiencia»

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El artista finalizó el mural de A Rúa que retrata la BacoFesta, O Aguillón, el puente de A Cigarrosa, el Barranco Rubio y el Camino de Invierno

Juan Carlos Abraldes es el artista que ha creado los dos murales en torno al Camino de Invierno en O Barco y A Rúa. La iniciativa fue promovida por la Asociación de Empresarios de Valdeorras (AEVA). En A Rúa el trabajo finalizó hoy con un mural situado bajo el puente de la N-120, en la Avenida de Somoza, en el que retrata la BacoFesta (a través del dios Baco), O Aguillón, el mirador del Barranco Rubio, el puente de A Cigarrosa y elementos de la ruta jacobea propia de Valdeorras como son los peregrinos.

Juan Carlos Abraldes, que nació en Barcelona pero con raíces bien definidas en Santiago de Compostela, donde reside, afirma que los murales «han sido una gran experiencia». Es la primera vez que movía los pinceles sobre grandes superficies, pues se dedica al mundo del diseño en el cine y videjuegos como «concept artista», diseñando personajes, escenarios u objetos tanto en 2D como 3 D.

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Pintar los murales en O Barco y A Rúa le ha permitido aparcar durante casi dos meses su trabajo, siempre muy técnico y por ordenador, de modo que pintar al aire libre, incluso con temperaturas gélidas que le congelaban los dedos, ha sido para Abraldes «extraordinario, estoy muy contento. Significa de algún modo salir salir de la burbuja de confort y hacer algo que no has hecho nunca en una zona que no es tu casa y conociendo muchísima gente. He hecho muy buenas amistades, que me han acogido con los brazos abiertos».

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Subraya el carácter de la gente en O Barco y A Rúa, que «es encantadora, diferente. Me he encontrado con personas muy abiertas, expresivas y entrañables», dice.

En O Barco, el mural salió a la primera, «me inspiró», señala. En unos días prácticamente lo tenía, después fue retocar, algo que me sorprendió a mi mismo. A veces las ideas vienen a la cabeza, lo quieres plasmar y no lo logras, pero en este caso fue al revés. Cuando vi la pared ya sabía lo que quería hacer e hice el diseño.

Pero también fue así en A Rúa. «Valdeorras me ha inspirado», añade. El que el único problema que se topó es que «había filtraciones de agua, que caía sobre la pared. Me mojaba yo pero también dañaban el mural. Pero el Concello lo arregló».

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Los murales del Camino de Invierno han quedado «como yo lo tenía en la cabeza y eso es difícil de conseguir. De modo que los murales fueron todo un reto y lo he plasmado con mi estilo y mi forma de trabajar».

Abraldes retomó los pinceles convirtiéndose en toda una «aventura» y el reto de plasmar la identidad del Camino en A Rúa y O Barco. «Fue toda una experiencia. Lo pasé bien pintando y con los vecinos», señala.

Lo más difícil no fue ejecutar los murales sino «las condiciones adversas del clima que, por otra parte, he llevado muy bien».

Abraldes ha estado día tras día sobre un andamio desde el que interaccionado con los viandantes, siempre atentos a la evolución del mural, formulando preguntas y conversando.

«Estoy muy contento, pero lo importante es que le guste a los vecinos y vecinas pues de otro modo sería un fracaso. Es para ellos y para que me recuerden, si es posible», se ríe.

Juan Carlos Abraldes regresa a Santiago y lo que hace con una «muy buena sensación sobre Valdeorras y el deseo de volver».