A Rúa: el baile «carioca» que llegó hasta la mesa del pleno

Momento de la intervención de Avelino Fernández
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Era un pleno de trámite, pero acabó en una hora y media de debate. La gracia la puso el concejal del BNG Avelino Fernández Seco, cuando en el turno de ruegos y preguntas, sacó a la palestra un baile que se marcó el alcalde, Álvaro Fernández, el pasado verano con un grupo de animación de brasileñas contratado por la Asociación San Cristóbal —durante el «Carnavrao»—.

María Albert y Avelino Fernández

«Usted no tiene la culpa porque el grupo lo contrató una asociación», dijo Avelino Fernández Seco, en alusión a «San Cristóbal». Para reprocharle, a continuación, que «protagonizó un caso curioso bailando con unas brasileñas. A ver si con estas actitudes se cree que fomentamos la igualdad entre hombres y mujeres. Comprendo que era recién llegado…».

Sus palabras pillaron «fuera de juego» al alcalde quien respondió que bailó con el grupo de brasileñas «por aclamación popular», dijo con humor. Eso sí, aclaró que «actué con todo respeto hacia las mujeres y también hacia la cultura de Brasil. No creo que por ese acto se desprecie a la mujer y hubo más personas que participaron. La gente quedó muy contenta con el espectáculo. Entiendo que no es un acto para cuestionar», reprochó.

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Antes de empezar la sesión

La anécdota rompió ese aire monótono, tenso y rígido que domina las sesiones plenarias. Un toque divertido que aflojó la risa, aún cuando el edil nacionalista lo plantease como un tema de relevancia. Una anécdota convertida en asunto plenario que distanció, al menos por unos segundos, de la «arritmia» del debate.

Durante la sesión, se aprobó una moción del BNG contra la violencia machista para instar, entre otros apartados, a la dotación de más recursos económicos por parte del Gobierno central y la Xunta a la Administración local a fin de destinarlos a iniciativas contra la lucha y prevención en esta materia. Todos de acuerdo, pero con matices y su pequeño «tira y afloja». El alcalde, Álvaro Fernández, planteó alguna modificación, para evitar «duplicidades», teniendo en cuenta que la Diputación ya acordó otra muy similar. El BNG la mantuvo. Y al final, todos los grupos la respaldaron.

Aprobación de uno de los asuntos por unanimidad

El apartado de ruegos y preguntas volvió a dar de sí. La portavoz del BNG , María González Albert, se interesó por determinadas facturas, la cancelación del magosto, la ausencia de fiesta de Samaín, el contrato de la empresa que elabora la Relación de Puestos de Trabajo, el resultado de los informes técnicos y jurídicos sobre la ordenanza de las terrazas; si existe expediente sancionador a una cafetería por poner un toldo fijo; la retirada de las clases de inglés y yoga del edificio de la casa de la cultura, la publicidad obsoleta del pabellón, entre otras.

El portavoz del PSOE, Luis Fernández Gudiña, pidió explicaciones sobre la firma de algunos decretos en los que él figura todavía como alcalde y la ausencia de traslado a pleno del convenio del Concello con la Fegamp y Seaga para la limpieza de franjas de protección contra incendios. Además, preguntó sobre el punto en que están los terrenos para poder dotar de un nuevo centro de salud a la villa, licencias de terrazas, el cambio de contenedores en las calles y volvió a plantear como ruego que se adecúen los horarios de las comisiones informativas.

El alcalde, Álvaro Fernández, respondió a todas y cada una de las preguntas, poniendo por delante que no se le puede exigir en cinco meses de gobierno lo que los gobernantes anteriores no hicieron en cuatro años. También respondió a algunas de las cuestiones planteadas por la oposición el portavoz del RUA y concejal de Cultura, Fiestas y Deportes, José Vicente Solarat, quien, entre otros asuntos, aclaró que el magosto no se celebró el pasado fin de semana debido a la previsión de temporal y que en próximas horas se decidirá si se celebra, o no, conjuntamente con el de la Escuela de Gaitas.