Ruta por el río Sil con las mujeres de «Fiando a memoria»

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Tres vecinas explicaron a escolares de Viloira cómo vera la vida junto al río y mostraron los rincones en los que aprendieron a nadar, pescaban e incluso lavaban

El Día Mundial del Medio Ambiente fue elegido por las mujeres que participan en el taller «Fiando a memoria» —que desarrolla el Concello de O Barco a través de Outonía Cooperativa— para compartir con escolares del CEIP Otero Pedrayo sus experiencias vinculadas al río Sil, recuerdos y fotografías de la vida en otro tiempo donde el río lo era todo, además de un espacio de socialización, el lugar donde aprendieron a nadar, a remar, a pescar, a buscar leña, a lavar la ropa y hasta el pulpo; a enamorar e incluso donde fueron multadas.

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Loli Piernas Rodríguez, Rosa Carracedo Paradelo, María del Carmen Dobao Cerejido guiaron a los escolares desde Viloira hasta O Malecón, pasando por Porto da Barca y regresando al punto de partida por el desaparecido (durante una crecida) del barrio Fondo do Lugar. En esta ruta, unieron el valor de la cultura del agua con la memoria histórica de la vida social y emocional en torno al río Sil en O Barco.

Las tres vecinas mostraron en el recorrido dónde se bañaban, recordaron cómo los domingos era el día de recreo con un ocio siempre vinculado siempre al río Sil. «En la zona del puente había unos canales que ya desaparecieron hace años donde se cogían anguilas, truchas y hasta alguna vez lampreas. Cuando venían las crecidas usaban una especie redes y cuando venía el río turbio se echaban, no eran legales, pero había que comer y se repartían con todo el pueblo. Se cogían muchos kilos y se hacían en escabeche», recordaron las mujeres.

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También contaron que se lavaba la ropa y hasta el pulpo en el río, donde «se colocaban unas piedras para crear unas charcas. Había unos alambres de picos en las huertas donde poníamos el pulpo a secar y mis hermanos velaban para que los gatos no subieran a comerlo. Después, en la bodega se ponía envuelto en unos sacos de plástico. Íbamos a las ferias en caballos y carreta pues no había transporte». con unos sacos de plásticos, donde se envolvía. El día 6 se iba a la ferias y también al Puente y Sobradelo», recordó Loli Piernas.

Citaron la historia de cuando se cayó el puente de San Fernando, día en el que todo el pueblo estaba en el cine. Y cómo los vecinos y vecinas se ayudaron a las personas que vivían en casas al lado del río, inundadas por la crecida, habilitando en sus hogares espacios para dormir para los afectados.

Toda una ruta llena de historias y de la vida propia del río en O Barco.