Y llegó el día. El primer paseo en catamarán por el embalse de San Martiño en A Rúa reveló la magia y fuerza del paisaje, proyectado desde otro ángulo y perspectiva, de estampa, con los tonos propios del otoño y una climatología puramente invernal.
La idea es que pueda empezar a funcionar en Semana Santa. Para ello, se están acelerando todos los trámites necesarios.
Navegar se tornó en una experiencia tan única como gélida. El intenso frío y el viento de hielo la acentuó, para hacerla así inolvidable.
La pequeña embarcación se convirtió en un mirador a cielo abierto hacia O Aguillón, el puente romano, Petín, la vía férrea, el tren, viñedos, rocas con formas humanas, garzas, aves…Y, en definitiva, deparó la profundidad infinita de la naturaleza.
A bordo, estuvieron el alcalde, Álvaro Fernández, el concejal de Cultura, Deportes y Fiestas, José Vicente Solarat; Joana Gómez y Raúl Yáñez, además de integrantes de la prensa local.
Al timón, Alejandro Viéitez, que desplazó su catamarán hasta A Rúa.
José Vicente Solarat, artífice de esta idea después de inspirarse en la Ribeira Sacra, explicó que este paseo en catamarán pretendía mostrar que la posibilidad se ha hecho realidad. Entre otras cosas, porque «no existe ninguna barrera física para circular por el agua durante, aproximadamente, una hora».
«El itinerario va a contar nuestra historia, nuestro paisaje, nuestros recursos en vino, en patrimonio artístico. Se trata de mimetizar lo que otros están haciendo bien como es la Ribeira Sacra», apostilló Solarat.
Dio a conocer que se sacará una concesión para que la línea la explote un profesional. El papel del Concello será colaborar y poner a disposición las instalaciones que haya que incorporar.
Se trata de que sea un recurso para el municipio de A Rúa y la comarca de Valdeorras.
José Vicente Solarat fue el primero en incluir este proyecto en su programa electoral durante las elecciones municipales. Y dio mucho que hablar. Ahora, el paseo en catamarán vino a demostrar que A Rúa y Valdeorras no es la Ribeira Sacra pero sí tiene su propia identidad, belleza paisajística y posibilidades dignas de potenciar con un catamarán.
«Hay escépticos de buena fe que pueden comprobar por si mismo in situ y entender esta iniciativa. Después, hay un sector muy minoritario, ese del «total para qué», a esos no los vamos a convencer nunca», valoró Solarat.
En este sentido, José Vicente Solarat recordó que se emprende una iniciativa que ya está muy estudiada y que no hay que olvidar que la Ribeira Sacra empieza a unos ocho kilómetros. Recordó que tuvo la suerte de estar seis años conociendo este enclave en profundidad. El hecho de haber sido presidente del Consello Regulador le permitió conocer al de la Ribeira Sacra y, a partir de ahí, «empecé a abrir los ojos. Tenemos casi lo mismo, exceptuando la red de monasterios y románicos que tienen en la Ribeira Sacra».
Por su parte, el alcalde, Álvaro Fernández, recuerda que compartió la idea del catamarán en su programa de gobierno y se mostró muy ilusionado de que vaya a llegar a buen puerto. «Queremos salvar las barreras burocráticas lo más rápido posible para ponerlo en funcionamiento».
El regidor de A Rúa entiende que supone una opción de ocio para las personas que «nos visitan, para los peregrinos que hacen el Camino de Invierno y los que hacen enoturismo en Valdeorras». En este sentido, detalló que el catamarán puede dar a conocer el buen vino de la zona, los paisajes, patrimonio e, incluso, las presas de la zona.
El catamarán ahora está más cerca.