La asociación de vecinos desafió a la peligrosidad del vial y abrió un pequeño sendero simbólico sobre su derruido trazado para visibilizar la necesidad de reposición de la calzada
Un grupo de vecinos de San Vicente de Leira (Vilamartín), entre ellos algunos de los que residen fuera y acaban de llegar para disfrutar del mes de agosto en el pueblo, desafiaron la peligrosidad de su carretera derruida y hundida, con un único objetivo, reivindicar su arreglo.
Con pico y pala en las manos volcaron todo su esfuerzo, «¡y malditas las ganas que teníamos de venir!» —expresaron—, en la apertura de un pequeño sendero simbólico, sobre el derruido trazado del vial, para reivindicar el «arreglo de la carretera, ¡ya!».
Recorrieron el tramo hundido y derruido. «Sin carretera morirá el pueblo», sentenciaron, señalando que es triste que sigan sin este servicio, después de más de 25 años en esta situación.
La Asociación de Vecinos de San Vicente de Leira continuará visibilizando la necesidad de la reparación del vial por la que lleva luchando tantos años y programará nuevas iniciativas para reivindicar el arreglo de la carretera.
Fue una jornada de pico y pala para recordar que seguirán luchando por su carretera.
