Manifestación en O Barco: «Irosa non se pecha, no hay pleito que justifique la ruina de cientos de familias»

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Unas 3.500 personas asistieron a esta gran movilización con una respuesta extraordinaria de la sociedad valdeorresa en defensa de «nuestro pan», del trabajo en Irosa y Samaca

«Irosa non se pecha, solución xa!», “Queremos traballar e non emigrar, traballo digno na nosa terra», fueron algunas de las consignas coreadas durante la manifestación en defensa de los trabajadores de Samaca e Irosa, una movilización apoteósica que reveló un respaldo multitudinario y unánime a la necesidad de solución al conflicto. Prácticamente el cien por cien del comercio cerró para secundar una protesta que, según la Policía Local, contó con 3.500 participantes, cifra que los sindicatos estimaron algo más elevada.

Los trabajadores dejaron claro que «no hay pleito que justifique la ruina de cientos de familias» y llamaron a una solución para la defensa de «nuestro pan», del trabajo en Irosa y Samaca.

Rogelio López: «Nos sentamos a escuchar»

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La manifestación partió del entorno del pabellón de Calabagueiros. Antes de comenzar, el presidente del grupo empresarial de Samaca, Rogelio López, manifestó a Valdeorras de Cerca, que se ha sentado a escuchar las propuestas del representante de la Comunidad de Montes de Portela y Trigal. «Lo primero es escuchar», expresó, confirmando además que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha mostrado su interés en mediar en el conflicto generado a raíz del deshaucio de Samaca e Irosa de los terrenos que ocupa. Al finalizar la manifestación, dijo sentirse «abrumado» por la gran respuesta de vecinas y vecinos en esta convocatoria.

Mareas y riadas de gente

Con paso firme y ligero, al compás del grito unánime de «Irosa non se pecha», la travesía principal de O Barco mudó su paisaje, convertido en una estampa de riadas y mareas de gente con una sola finalidad: alzar su voz en defensa del empleo, en este caso en Irosa y Samaca.

Entre las personas asistentes estuvieron alcaldes de Valdeorras, entre ellas la de Carballeda, María del Carmen González; de A Rúa, María González Albert; de Rubiá, Elías Rodríguez y de A Veiga, Juan Anta, además de representantes políticos de todas las Corporaciones y partidos políticos, también provinciales, además del conjunto de las asociaciones de la comarca. La clase política de todos los colres apoyó con rotundidad esta movilización.

Manifiesto en Viloira

La Plaza Otero Pedrayo de Viloira concentró la voz de los manifestantes. Aquí, entre aplausos, vítores, bombos, chiflos y baile de banderas sindicales, el presidente del comité de empresa de Samaca e Irosa dio lectura al manifiesto no sin antes agradecer la extraordinaria participación de la sociedad valdeorresa, para «defender nuestro pan», señaló.

Habló del auténtico despropósito que supone colocar a cientos de familias al borde de la situación de paro, pobreza y exclusión y que es «un durísimo golpe» para su futuro. «No somos jueces, ni podemos decidir. No vamos, ni podemos, ni debemos, decantarnos por ninguna de las partes en litigio. Pero somos quienes vamos a pagar las consecuencias de llevarse a efecto el desahucio y cierre de las empresas en las que trabajamos», dijo.

También señaló que no se entiende que hubiese una expropiación forzosa de los terrenos y que la justicia no la tuviese en cuenta, decretando el desahucio forzoso y cese de actividad.

Y subrayó que «no hay pleito que pueda justificar la ruina de cientos de familias». Expresó que la empresa tendrá que hacer un esfuerzo para llegar a una solución pero también apeló a la responsabilidad de la Comunidad de Montes de Portela y Trigal, pues tiene que ser consciente de «las fatales consecuencias pueden acarrear sus decisiones. Ninguna solución pasa por la condena y sacrificio de cientos de personas que ganamos honradamente nuestro pan, a costa de nuestro trabajo”, indicó.

Y aún cuando sigan los pleitos, destacó, los que no tienen ninguna culpa de este conflicto «somos los trabajadores y trabajadoras de Irosa y Samaca», ratificando que seguirán en pie, con dignidad, mirando de frente a todos los que «nos pretendan echar de nuestro empleo. Vamos a defender nuestro trabajo y nuestro pan».

Los sindicatos CIG y CC.OO dejaron claro que, al margen de los motivos que tengan las dos partes en conflicto y por encima de todo ello, las víctimas son los trabajadores y trabajadoras, reprochando también a la Comunidad de Montes que haya puesto en jaque a cientos de personas y sus familias. Y señalaron que habrá nueva convocatoria de protestas.

Algún trabajador de Irosa y Samaca también quiso poner de relieve que «hablando se entiende la gente, ya no se tenía que llegar a esta situación. Está claro que quien paga todo esta situación surrealista somos los trabajadores y, por tanto, el empleo».

Resistirán y lucharán para salvar el empleo.