María González Albert señaló que abandonar la sesión fue una falta de respeto e hizo constar en acta que lamenta que el PP no sepa estar en el pleno y que confunda cuestiones políticas con las de índole personal
Los concejales del grupo municipal del PP abandonaron el pleno de A Rúa, cuando la sesión estaba en su recta final, después de que la alcaldesa retirase el uso de la palabra a su portavoz, Álvaro José Fernández López, por estimar que el ruego que acababa de presentar no se ceñía a un contenido político sino personal, que iba dirigido al concejal del grupo de gobierno José Vicente Solarat, y dar, a continuación, el turno de réplica a éste.
Álvaro José Fernández López inició la presentación de su ruego diciendo que no quería dejar pasar una frase que dijo en el anterior pleno de hace dos meses José Vicente Solarat, quien expresó al portavoz popular que su error había sido confundir incondicionalidad con lealtad y que había sido leal al PP durante la anterior legislatura.
Álvaro José Fernández prosiguió apuntando que «mi error fue haberlo aceptado en mi grupo de gobierno» y señaló que presentaba un ruego, «rogándole que no diga lo que no corresponde». Prosiguió remontándose a las elecciones municipales de 2019 señalando que «el RUA no tenía donde ir pues PP y BNG no querían negociar con él» y apuntó que «no fue leal ni con el PP ni con su partido ni con su nadie».
La alcaldesa, María González Albert, le advirtió que el pleno no era un mitin y preguntó en varias ocasiones que cuál era el ruego o la pregunta. El portavoz del PP prosiguió diciendo que José Vicente Solarat solo era leal a sus intereses. Hasta que la alcaldesa le retiró el uso de la palabra para dar un turno de réplica a Solarat, momento en el que los ediles decidieron levantarse de sus sillas y abandonar el pleno. «No es de recibo que nos quiten la palabra pero sí le den la réplica a José Vicente Solarat a continuación», dijo.
En ese preciso instante, un vecino que estaba como asistente al pleno aprovechó para ponerse de pie y preguntar en público por un vado en la calle San Antón.
La sesión prosiguió. José Vicente Solarat hizo uso del turno de réplica al ruego, después de abandonar el pleno el PP. Dijo que las palabras de Álvaro José Fernández López «son la repetición del anterior pleno. La lealtad significa decir a la cara lo que uno cree que se debe hacer», señaló.
Solarat expresó que habría que preguntarle algún día al portavoz del PP «a ver por qué no le parece bien que unos aventureros hayan pagando 2.000 euros por alquilar un terreno de un consorcio, cuando otros no pagan nada por su uso. Y explicarle también que perdimos una subvención de 55.000 euros y estamos en un contencioso por culpa de poner unas valles de hockey que era imposible de que se homologasen», en alusión a la gestión anterior de Álvaro Fernández como alcalde.
Albert: «Que conste en acta que lamento infinitamente que el portavoz del PP no sepa estar en este pleno»
La alcaldesa, María González Albert, lamentó que se produjese esta situación. «Ya es el segundo pleno en el que se produce. Quiero que conste en acta que lamento infinitamente que el portavoz del grupo popular no sepa estar en este pleno y no sepa diferenciar las cuestiones políticas de las de la índole personal. Que hay que saber respetar la vida personal de la gente». Añadió que «es ya una batalla perdida, pero quiero que conste en acta».
Señaló que hacer ruegos y preguntas significa preguntar y responder por parte del grupo de gobierno. «El hecho de hacer preguntas sin esperar a la respuesta del grupo de gobierno ya dice todo del interés real del PP de hacer su labor de oposición», subrayó María González Albert.
Además, dijo que «siento que hayan interpretado que la respuesta a sus preguntas eran risibles, yo simplemente leí la literalidad de lo que venía reflejado en las mismas. Me comprometí a contestarlas por escrito, pero la mayor parte de las preguntas que hicieron son cuestiones interpretativas o simplemente de gestión de gobierno».
El pleno que comenzó en sintonía con la entrega de una placa como homenaje al ciclista Sergio Calvo Bembibre acabó como «el rosario de la aurora». El grupo de gobierno habla de falta de respeto y el PP de que no se respetó sus derechos como oposición.
