
Mario Nogueira es un ganadero de A Rúa, con su explotación en Chao da Casa, en Quiroga (Lugo), cuya peculiaridad es que es el único de la comarca de Valdeorras y de los pocos que quedan en España que amansa bueyes. “Ya nadie lo hace, lleva su tiempo. Cada animal tiene su carácter, no todos son iguales. Lo hago por tradición heredada de mis abuelos”, expone Nogueira.
Recientemente, se ha hecho popular porque sus bueyes fueron escogidos para el rodaje de la serie que acaba de estrenarse “Al final del Camino” en la TVE, cuyo eje central es el Camino de Santiago, generando expectación y admiración en su tierra.
Sus bueyes, que llaman la atención al natural por su majestuosidad, vistosidad, mansedumbre, tamaño y poderío, triunfan ahora y adquieren su pequeña fama, algo que “me ha hecho mucha ilusión”, dice Nogueira, después de 20 días de rodaje con también su inseparable mano derecha, su mujer, Ana Cristina Gómez.

Pero la mayoría desconoce otras particularidades no menos llamativas de su explotación ganadera pues sirve buey, y en exclusiva –porque así se lo han solicitado-, al que que ha sido calificado por la revista Time como el mejor restaurante de carne de buey del mundo, El Capricho, situado en la pequeña localidad de Jiménez de Jamuz, en La Bañeza (León). Este restaurante, afamado por su calidad, y porque está incluido en la guía Michelín, recibe a personas amantes del chuletón de buey de todas las partes del mundo. “La carne de buey está de moda, hay un boom”, dice Mario Nogueira, y “la demanda es cada vez mayor”, añade.

Mario Nogueira también vende bueyes al País Vasco -más de 60 hasta ahora- para la práctica de un deporte ancestral, el arrastre de piedras por bueyes. Aunque en realidad, “me llaman de toda España”, cuenta su explotación pues cuenta con distintas razas de bueyes como la autóctona y la Raza Rubia , entre otras.
Sus bueyes ya se han paseado por distintas ferias y fiestas de la provincia de Ourense y Galicia. Allí donde van, triunfan pues son ejemplares dignos de admirar.



