Joaquín Sánchez: «vino, territorio y patrimonio deben caminar juntos»

Joaquín Sánchez Rodríguez, presidente de la Asociación Ruta do Viño
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El presidente de la Ruta do Viño estima que hace falta una oficina de turismo en Valdeorras y un consorcio que empuje el sector turístico

Joaquín Sánchez Rodríguez es presidente de la Asociación Ruta do Viño de Valdeorras desde hace cuatro años. Su apego a la tierra y la vitivinicultura la lleva en la «sangre». No nació en una cuba, bromea, pero casi. Porque ha sentido y vivido la viticultura en el seno de su familia desde la más tierna infancia.

Joaquín Sánchez, natural del barrio de San Roque de A Rúa Vella, nació en una casa con bodega, en la que no faltaba su prensa, estrujadora de uvas y todo tipo de aperos de labranza. Sus primeros recuerdos de niño son de la vendimia, el caballo, el carro y el aparato de sulfato. «Hubo una época en que la viticultura y la agricultura estaban mal vistas. Hoy la vitivinicultura es una actividad profesional», recuerda. Junto a sus dos hermanos, siempre estuvo vinculado a las viñas.

No en vano, estudió Enología. Aún cuando buen parte de su vida discurrió fuera de Valdeorras, su ilusión por volver y el mundo del vino lo devolvieron a su tierra, convencido hasta la médula de las infinitas posibilidades y recursos de Valdeorras. Hoy forma parte de la gestión de la bodega familiar Alán de Val, en A Rúa, moldeada ya con visión de futuro enoturístico, en la cima de una colina suspendida como «balcón» hacia el paisaje del valle.

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Más de una vez ha tenido la impresión de luchar contra molinos de viento, en la idea de «rescatar el ego» de Valdeorras. Una sensación que se ha ido diluyendo porque, ahora, no está solo en este empeño. La Asociación Ruta do Viño es un equipo, un grupo de personas que, como él, están dispuestas a demostrar que Valdeorras sí es una alternativa real turística.

Pero hace falta más. La Asociación Ruta do Viño de Valdeorras no puede tirar en solitario de un «carro» que debe involucrar también a las administraciones con la constitución, dice, de algún patronato o consorcio que dé el empujón definitivo al turismo. También se hace necesaria, esgrime Joaquín Sánchez, una oficia de turismo en Valdeorras que canalice, oriente y hasta ordene sobre un mapa la oferta turística.

Vino, territorio y patrimonio deben caminar de la mano. Esta es su filosofía y el lema de la «Ruta do Viño» que preside. En el momento actual, la arqueología se ha revelado como la gran oportunidad para turismo y enoturismo. Ahí están las excavaciones en Valencia do Sil (Vilamartín), O Castro, los lagares rupestres de Larouco, las pinturas rupestres de Casaio (Carballeda), la huella romana en A Rúa (lápida de Lucio Pompeio Reburro, petroglifos etc), O Bolo (castillo y Santuario de As Ermidas), entre otros muchos ejemplos.

Pero también el Camino de Invierno y espacios naturales como O Teixadal, el Parque Natural Serra Enciña da Lastra, Trevinca, el río Sil y sus puentes. En definitiva, un todo que, primero, se debe desmenuzar sobre un mapa turístico.

Hoy son malos tiempos para turismo por la COVID-19, pero un momento ideal para reflexionar sobre ello.

Joaquín Sánchez retrata su visión de Valdeorras desde el prisma del sector del vino.

La Ruta do Viño apuesta por turismo y enoturismo

Como Ruta do Viño nuestra objetivo es el vino. Pero nuestra versión es el vino unido al paisaje, patrimonio, al territorio, la hostelería, comercio y hospedaje. Vino patrimonio y territorio deben caminar juntos.

¿Valdeorras cree en sus recursos, el vino y el paisaje?

Se ha avanzado, pero todavía nos falta creer un poco en nosotros. Falta un poco de ego, que los valdeorreses se crean que nuestra tierra es bonita, digna de enseñar. Yo soy testigo de cómo los foráneos se quedan asombrados de la belleza de la comarca, de sus colores en las diversas estaciones o de sus recursos patrimoniales. Valdeorras tiene un gran encanto.

¿Qué hace falta para que el turismo y enoturismo sea una alternativa sólida?

La apertura de una oficina de turismo en Valdeorras y un patronato o consorcio que una a las administraciones para el desarrollo turístico y enoturístico. La Ruta do Viño sólo es una parte.

Lo primero es un mapa para el visitante

Sí. No tenemos ni un solo mapa para entregar a los visitantes con los recursos que cuenta el conjunto de Valdeorras. Todo está catalogado, pero tiene que haber un patronato o consorcio que eche a rodar esto. Si fuese así, hasta los valdeorreses visitarían muchos de los espacios que desconocen porque no sabemos ni lo que tenemos.

El futuro del turismo y enoturismo, por tanto, está todavía por escribir…

Sí. Digamos que se están dando los primeros pasos. Los castros y excavaciones arqueológicas constituyen un potencial y una oportunidad. Está demostrado que mueven visitantes y gente que pernocta. También los recursos naturales. Es cierto que somos un punto de paso entre Las Médulas y la Ribeira Sacra, pero tenemos recursos suficientes y propios para que los turistas pasen varios días visitando la comarca.

La COVID-19 lo frena todo

Sí. Hemos tenido que suspender actividades como una BTT en otoño y las Xornadas de Portas Abertas han quedado reducidas a la mínima expresión con las restricciones. Es un mal año para todo.

¿Como presidente de la Ruta do Viño y como propietario de la bodega Alán de Val, cuál es el presente del vino?

Estamos en una época delicada porque, por decirlo de algún modo, donde más vino se consume es en la barra de los bares. Estamos en una época delicada por el coronavirus. El vino es eminentemente social y el virus ha puesto en jaque a la hostelería. El único refugio que nos queda para la venta son los supermercados, grandes superficies y la venta online. También podría ser el enoturismo. Las bodegas de Valdeorras son, en general, pequeñas y con rutas de visitas a las bodegas se podría sumar. Estamos tratando de impulsar esta idea desde la Ruta do Viño.

¿Personalmente, hay más alegrías que quebraderos de cabeza frente a la Ruta do Viño?

Quebraderos de cabeza siempre da, pero mi satisfacción es que desde 2018 la Ruta do Viño ha ido creciendo. Somos 40 socios con la puerta abierta a más. Hay personas trabajando dentro de la junta rectora. Ahí está Montse Rodríguez, la vicepresidenta de la Asociación, y Cristina Núñez, que haciendo muy buena tarea. Está claro, no estoy solo y sí muy orgulloso de estar en la Ruta do Viño.

¿El vino es rentable también desde el punto de vista del enoturismo?

Se ha visto que mueve parte de la economía es Galicia. El enoturismo mueve y puede mover mucho más. Tenemos una ventaja. Como somos bodegas pequeñas, el que las enseña al visitante suele ser el propietario y ¿qué mejor que el dueño, el que elabora el vino, para hablar de lo propio? Esto es un valor añadido a las visitas a las bodegas. Eso sí, hay que recordar el enoturismo es de «antesdeayer». Yo lo descubrí hace años. En unas charlas de la Cámara de Comercio en O Barco, un ponente de una bodega pequeña de La Rioja se hartó de decir: «Abrid las bodegas y que no os de reparo».Tenía razón. Aquello me llamó la atención.

¿Los vinos de Valdeorras están en el lugar que le corresponde?

Siempre se busca algo más. Pero en los últimos años, el vino ha ganado muchísimo a través de las Denominaciones de Origen. Los vinos gallegos se han situado a nivel mundial con su categoría, prestigio y protagonismo. Si echamos la vista atrás, de cómo estábamos hace 30 años—con ventas a vino a granel— a la actualidad, hay un abismo, esto ha sido una revolución. Esto nos ha puesto en un lugar destacado.

Formule un deseo

Necesitamos que las administraciones se involucren más. Lo primero que pido son los ayuntamientos. La Diputación nos ha apoyado y la Xunta de Galicia también desde la Axencia de Turismo.

(La Asociación Ruta do Viño de Valdeorras nació en 2009 promovida por la Xunta. Tuvo altibajos hasta que en 2015 concentró a bodegueros, hosteleros y empresarios y nació una junta gestora en la que fue elegido presidente Joaquín Sánchez Rodríguez. De 2016 a 2018 no disponía de recursos, a excepción de las cuotas de los asociados. Hoy se ha consolidado y organiza distintas actividades al año. Su apuesta: contribuir a través del vino al desarrollo del turismo en Valdeorras).