El jefe de la Policía Local de O Barco considera que la villa cumple con el confinamiento y que hay que aplaudir el sacrificio del confinamiento de la población, pequeño comercio, hostelería y trabajadores
Fernando Lozano Selles, oficial y jefe de la Policía Local de O Barco, es uno de los profesionales que representa a uno de los Cuerpos que están en primera línea en la lucha contra el avance del coronavirus. El trabajo de los agentes municipales es ahora, si cabe, un poco más difícil, en esta situación sin precedentes que marca el COVID. Una tarea en la que hay mayor exposición al contagio y que no siempre es comprendida entre los ciudadanos, por eso de la acción disuasoria sobre los movimientos y circulación de las personas. Hay que meterse en la «piel» de este colectivo: su máxima es contribuir a que no se propague el virus.
Fernando Lozano considera que uno de los sectores que merecen un gran aplauso son los comerciantes, hosteleros, que han tenido que cerrar sus establecimientos con un sacrificio sin precedentes, pero también los ciudadanos en general, por el esfuerzo que están haciendo en este confinamiento.
Este policía, natural de A Rúa, que lo es por una profunda vocación, nos cuenta su día a día y cómo vive O Barco el confinamiento.
¿La labor de la Policía Local de O Barco se centra ahora más en la vigilancia del estado de alarma, ha habido denuncias?
No es que hayamos descuidado otras labores como el tráfico, pero sí estamos más atentos de los movimientos de personas, preguntar a la gente a dónde va. Trabajamos a las órdenes del Ministerio del Interior coordinados con la Guardia Civil. Realizamos controles estáticos y dinámicos, que son difíciles de determinar. Me refiero a que una persona te dice que va al supermercado pero, de vez en cuando, se detecta que no es así y hemos interpuesto unas cuantas denuncias. Hasta ahora, unas 30.
¿O Barco cumple el confinamiento?
Sí. Lo que ocurre es que en O Barco tenemos un hándicap. Es cabecera de comarca. Hay bancos, por ejemplo, que no tienen sucursales en otras localidades y entonces aparecen vecinos de otras zonas en la villa. Quieras o no quieras, en O Barco siempre hay movimiento por las mañanas. El centro aglutina los bancos principales, Correos, farmacias, grandes supermercados y el Hospital. Pero sí, hay confinamiento y la gente, en general, hace lo que está permitido hacer cuando sale a la calle.
Personalmente, ¿cómo lleva el día a día en medio de esta pandemia?
En el ámbito de mi trabajo, hemos tomado medidas para la Policía Local con protocolos sanitarios y de limpieza, a la entrada y salida: Limpiamos los vehículos, las emisoras, los teclados, las armas, limpiamos todo en general. Tenemos dos grupos grandes de trabajo de seis agentes y un oficial y seis agentes y un jefe de servicio. Para el distanciamiento, intentamos que los compañeros no se crucen y no se vean, ante la previsión de que un grupo pueda contagiarse y no afecte al resto para seguir trabajando. Además, el Concello de O Barco ha comprado una máquina de ozono para desinfectar las instalaciones, los vehículos policiales y del Ayuntamiento.
Para un policía imagino que la vuelta a casa es difícil después de un día de trabajo a pie de calle
Cuando llego a casa me quito toda la ropa, desinfecto zapatos, manos etc. En mi caso, estoy pendiente de una persona mayor y tengo que tener un cuidado más especial.
¿Tiene miedo?
Yo lo llamaría cautela, precaución. En el trabajo tenemos trajes especiales que hemos comprado por si hay que hacer un servicio de ayuda al 061 o entrar en contacto en zonas de mucho riesgo. Aún así no existe el cien por cien de seguridad en las probabilidades de contagio, pero intentamos prevenirlo todo lo posible. Nunca sabes si vas a ser contagiado, claro. Es una guerra contra algo que no ves. A nivel personal, opino que esto se habría remediado con muchos test fiables a la población, que supondría que no todo el mundo tendría que estar confinado.
La Policía Local debe estar a pie de calle en contacto con la gente y a veces no es agradable ejercer esa función disuasoria entre la población…
Nuestro trabajo es muy complicado. Cuando una persona va a un Hospital sabe que la van a ayudar, a intentar curar. Cuando vas a un supermercado, te van a brindar una atención. En cambio, la Policía Local va a dirigirse al ciudadano para preguntar dónde va y advertirle que la próxima vez que le vea le va a multar, si no es causa justificada. Esto a mucha gente no le parece bien. La reacción es normal, la entiendo, pero es nuestra función. Tenemos que presionar un poco a las personas para que se den cuenta de que tienen que quedarse en casa, que no pueden salir por una barra de pan, después al supermercado y después a comprar el periódico. Le decimos a la gente que tienen que concentrar en una salida todas las gestiones.
Sigue habiendo por tanto picaresca ¿o el confinamiento se ha normalizado?
Sí y por eso se han formulado algunas denuncia, que son en favor del bien común y la salud. Aunque también se hace más normal el confinamiento. No obstante, el pasado fin de semana, detectamos a gente joven que está empezando a salir, a las 4 de la mañana. Denunciamos a dos personas por andar bebidas por la calle, y otra persona que iba a ver a un amigo a las cuatro de la mañana. Estamos detectando a adolescentes y gente joven que empieza a salir por la noche. Por eso estamos más pendientes los fines de semana por la noche para que no ocurra esto. La gente que peor lo lleva son las personas mayores y los más jóvenes, que les cuesta entender que no se puede salir.
La tarea de la Policía Local ahora es más difícil, ¿se nota psicológicamente?
Un poco sí. Sobre todo cuando llegas a casa. Trabajamos en contacto con personas y somos grupo de riesgo.
La exposición permanente de la Policía Local también incluye en fuente de reconocimiento o en lo que se ha dado en llamar héroes…
A mí hay un sector que me duele muchísimo que es el pequeño comercio, hostelería y restauración, en definitiva, esos autónomos que no están acogidos a los ERTES. Lo están pasando muy mal y tienen que seguir pagando locales, impuestos, mercancía… Son los que están haciendo el gran sacrificio y a los que habría que darle un gran aplauso. Están soportando la situación y callados, sólo protestan para sus adentros. Es digno de elogiar. Aunque también hay que agradecer el esfuerzo de los ciudadanos en general por cumplir el confinamiento.
El coronavirus ha frenado hasta la delincuencia, ¿se ha ganado en seguridad?
Sí, los que delinquen lo tienen más difícil. Hay vigilancia y es más fácil la identificación. Creo que también están confinados. De todas formas, O Barco desde el punto de vista de los delitos es una balsa de aceite en comparación con otras ciudadades, donde los niveles de delincuencia son infinitamente superiores. O Barco es una villa tranquila.
¿Fernando Lozano es policía local por…?
Por vocación. Siempre me gustaron las labores de seguridad y a esto me dediqué hasta entrar en la Policía Local de O Barco mediante oposición. Siempre quise ser policía. Me gusta mucho ayudar a las personas y sobre todo facilitar las cosas a la gente. Al final, es cierto que te ven con otra cara menos amable por nuestra función en el ámbito de denuncias. Intentamos en nuestro trabajo poner dentro de lo público y lo privado lo que está bien y lo que está mal, pero siempre intentamos mediar. De hecho, tratamos de denunciar lo menos posible, mediar con la gente, pero al final siempre hay que sancionar, de otro modo no se lo tomarían en serio. Eso sí, presumimos de avisar a la gente antes de denunciar o multar ya sea en tema de tráfico, por cierre de locales etc.
¿Cuál es su mayor deseo?
Que se reinstaure la normalidad cuanto antes y que la comarca de Valdeorras salga rápidamente de esta situación y recobre su pulso económico.
¿Y qué mensaje le lanzaría a la población?
Me gustaría decir: Gracias por el esfuerzo que están haciendo los ciudadanos. Aunque nosotros salgamos a trabajar, el gran esfuerzo lo están haciendo ellos, la gente que está en casa. Y me refiero a todos en general, desde el pequeño comerciante, autónomos, los trabajadores y vecinos. Sin ellos los resultados no serían nada.
(Fernando Lozano es oficial de la Policía Local y desempeña el puesto de jefe de este Cuerpo en la villa barquense desde 2019. Tiene un grado universitario y un máster, estudios que realizó cuando ya era policía, algo que, si cabe, tiene más mérito. Su idea es opositar al puesto de inspector en un futuro cercano. Eso sí, si no le llega antes la jubilación, dice él mismo con humor. Le gusta ayudar a los demás y este principio ha guiado su senda. Un policía de vocación y corazón).