Talleres, creaciones en pizarra, cuero, madera y otros materiales centraron este escaparate en O Barco
El Mercado de Nadal de O Barco apostó por la artesanía, todo un escaparate para conocer el trabajo de artesanas y artesanos, un oficio que se mantiene vivo y que esta iniciativa del Concello pone en valor, en el que se pudieron ver y comprar artículos en pizarra, madera, cuero, bisutería, adornos, entre otros muchos, realizados siempre a mano.
Detrás de cada persona dedicada al mundo de la artesanía hay una historia. Es el caso de Elisa Rodríguez Ordás («Pitu»), artesana de O Barco que reside en Fene (A Coruña), dejó su profesión de agente inmobiliario para dedicarse a la artesanía movida por un sentimiento de duelo. «Mi padre falleció en 2021. Era un auténtico artesano. Me dejó un legado al que le he dado continuidad desde Raíces Cosmi», relató emocionada. Y no se arrepiente, la artesanía es su vida.
Domingo Malvesada, de Candeda de Domiz (Carballeda), lleva años afanado en reconvertir la pizarra en todo tipo de objetos. Volvió a demostrar su buen hacer como artesano y la versatilidad de la «lousa», convertida en pendientes, llaveros, colgantes y adornos.
Artesanía Enxebre no faltó a la cita, transmitiendo su buen saber en un taller de artesanía para la confección de árboles de Navidad, al tiempo que expuso sus creativas propuestas artesanales.
Mari Fe Gil Vicente, de Trapalladas Artesanía, especializada en el cuero, también estuvo en el Mercado de Nadal, al igual que Spoombini, entre otros compañeros y compañeras del gremio.
Estas solo fueron algunas de las alternativas en el Mercado de Nadal, en el que también se expusieron productos de alimentación, principalmente productos artesanales y «gourmet» como miel, licores, quesos o pan, entre otros.
Más allá de la alternativa para el disfrute del público, el Mercado de Nadal fue un escaparate vivo del gran mundo de la artesanía.
