Esta historia recuerda la importancia la conservación de flora y fauna en el Día del Medio Ambiente
5 de junio. Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente, la fecha propia para la relatar la historia de un lagarto que hizo su hogar en una finca de Portela de Portomourisco (Petín), donde llegó hace años y se multiplicó. Sirve para ilustrar la importancia de la conservación de la naturaleza, la fauna y flora.
“De aquí han salido varias generaciones de lagartos. Se dejaron ver un día de hace muchos años y hasta hoy”, cuenta con orgullo el propietario de la finca.
Aún cuando los lagartos no son sociables, se ha familiarizado con la presencia de este reptil, al que profesa respeto y afecto. “Cuando llega el invierno echo en falta a esta familia de lagartos, que han tomado como madriguera la leñera de mi finca. Cada año, estoy deseando que llegue el buen tiempo para volver a verlos correteando por la finca y disfrutando al sol”, dice.
El propietario del inmueble ha contribuido a la supervivencia de los lagartos pues ha llegado a salvarles la vida dos veces. “En una ocasión, cuando llegue a la finca vi que un lagarto se había caído en una bañera de agua que dispongo para el riego. No era capaz de salir. Volqué el agua y se salvó de morir ahogado. Lo mismo ocurrió otra vez”, relata, para añadir: “Soy su salvador —bromea— y además dan buena suerte”, sentencia haciendo alusión a la vieja expresión “¡Lagarto, lagarto!”.
Aun cuando algún miembro de su familia le tiene miedo o repulsa, recuerda que son inofensivos y esenciales para el equilibrio en el medio ambiente, muy beneficiosos para la protección de la frondosidad de los jardines y zonas verdes además de figurar en el Catálogo de Especies protegidas.
“Se alimentan de insectos e incluso pequeños roedores. Son más útiles que una amenaza“, comenta este vecino de Portela de Portomourisco, que anima así a proteger el entorno natural.
Esta es solo una pequeña historia que recuerda la importancia de la conservación del medio ambiente. Sin naturaleza no hay especies ni vida.
