El belén de Patricia y Santiago que revitaliza Cernego

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El objetivo de la decoración navideña en este pequeño pueblo de Vilamartín es «dar alegría a la gente mayor y favorecer el reencuentro vecinal», dicen

Patricia Vila y Santiago Zarauza dan vida a la Navidad en Cernego, pequeña aldea de Vilamartín, con un singular belén y decoración navideña que persigue revitalizar el pueblo y el reencuentro de la vecindad.

La plaza de Cernego se ha convertido en una «postal» de musgo y figuras que recrean escenas cotidianas de la vida en el medio rural. Han sido confeccionadas a mano, son sumo mimo y detalle. El belén se expande sobre el mirador de este espacio público asomándose al paisaje local.

Patricia es el «alma» de la decoración navideña, mientras Santiago se ha ocupado de tallar las figuras en madera. Ambos son los artífices de esta creación artística que también cuenta con iluminación durante la noche. No obstante, citan a una vecina que reside en el País Vasco, «que también nos ha ayudado mucho».

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Patricia Vila señala que ésta es la segunda Navidad que realiza la decoración navideña del pueblo. «Este año, incorporamos novedades como las casas en miniatura, donde se recrean las labores agrícolas, la actividad en viñedos, el alambique para hacer aguardiente, hornos de barro simbolizando la cocción del pan y hasta un lavadero público, entre otros muchos elementos», relata.

Explica que la parte más complicada han sido las figuras pequeñas, «sobre todo la iglesia pues no es lo mismo que hacer piezas grandes». Y destaca el «photocall» creado para que la gente que lo visite pueda hacerse fotos.

Para Patricia Vila, adornar Cernego en Navidad significa «dar alegría a las personas mayores del pueblo pues somos una localidad con población envejecida. Es la excusa perfecta para que vecinos y vecinas salgan a la plaza, y que ésta sea un punto de reencuentro vecinal. Además, viene gente de fuera a verlo y es también una forma de que nuestros mayores conversen y se relacionen», dice con entusiasmo.

El hecho de ser Allariz, municipio que ha apostado siempre por las tradiciones, pesa a la hora de tomar iniciativas para dinamizar Cernego. «Un poco sí que ha influido —dice—. Veo que aquí se hace el invierno muy largo y duro. Hay personas mayores que no las veo en todo el invierno pues no salen».

El verdadero fondo y significado de la decoración navideña «es que las personas mayores salgan y sientan alegría. Es una forma de decir que aún cuando no estén sus familias, estamos los vecinos y vecinas. Es una forma de hacer pueblo», añade Patricia Vila.

El deseo de Patricia y Santiago es que «la gente venga, vea el belén y se enamore del pueblo, una aldea que además de conservar la esencia del rural tiene unas rutas espectaculares», concluye Patricia.

Un belén digno de ver.