Alejandro Lorenzo: «cada vez más niñas juegan al fútbol»

Alejandro Lorenzo Rodríguez, monitor del CD RUA en la categoría de Benjamines
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Alejandro Lorenzo Rodríguez es un «todoterreno».  Natural de O Barco, con raíces en A Rúa y Petín, con sólo 23 años es monitor de fútbol base y fútbol sala, además de ejercer su profesión de Técnico de Imagen y Sonido, locutor, comentarista deportivo y fotógrafo. Polifacético, su día a día se traduce en un ir y venir, un ajetreo que lleva con agrado para ejecutar sus mil y una tareas.

Es monitor-entrenador del CD Rúa, en la categoría de Benjamines —de 8 a 9 años— desde hace dos años, un club que ha registrado un importante crecimiento y que concentra a niños y niñas de municipios de toda la comarca y otras vecinas como Trives. «Nos nutrimos de pequeños de toda la comarca», aclara.

Alejandro Rodríguez Lorenzo, en el campo de A Rúa

Alejandro Lorenzo observa como cada vez más niñas, principalmente en A Rúa, juegan al fútbol, si bien el cambio de en este deporte eminentemente masculino se materializa poco a poco. «Me gustaría que fuesen todavía más», apunta. Y deja muy claro que prefiere que niñas y niños «se sientan a gusto, a ganar un partido».

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El azar o la vida misma lo alejó de lo que un día quiso ser, profesional del mundo de los coches y la mecánica y lo acercó, casi sin esperarlo, a lo que más le gusta hacer.  El día no le llegaría para hacer de no ser por lo que Alejandro Lorenzo llama organización. 

Su familia y sus amigos están por encima de casi todas las cosas. «Mis amigos y yo somos una pequeña familia, con nuestras discusiones, con buenos y malos momentos. Son una parte esencial de mi vida«, cuenta.

Con el equipo de benjamines

Monitor del CD Rúa, en la categoría de Benjamines, ¿cómo valoras esta experiencia?

Muy positivamente. Me han acogido desde el primer día como si estuviese en casa. Siempre repito donde me gusta estar y como me encantó el año pasado, aún cuando perdimos partidos, siempre tuve la confianza de todo el mundo. Aquí da gusto estar. De hecho, cuando empecé en A Rúa era un gran seguidor del «Barco». Ahora, soy uno más, un gran fan más de esta pequeña familia autodenominada Marea Amarilla. Con ellos voy hasta donde haga falta. Hay que decir que este año somos tres los que entrenamos a los peques. Comigo están Ana y Bolo.

Supongo que ganar o perder es lo menos importante…

Sí. Aquí ganar es lo secundario. Es cierto que compiten, pero yo prefiero que los niños y niñas estén a gusto, a ganar un partido.

El año pasado

El CD Rúa Benjamines sirve para introducir a los más pequeños en el deporte, en este caso en el fútbol

Para los más pequeños competir creo que es lo más secundario. Lógicamente, ganar nos gusta a todos. Pero desde el lado de la persona que está al cargo de ellos, lo más importante es que se formen en valores, que aprendan a respetarse. Se trata de formar personas y, sobre todo, que se encuentren a gusto. Cuando sólo buscas ganar, los niños se frustran y acaban dejando el deporte porque no consiguen lo que realmente quieren.

¿Qué es lo que te roba una sonrisa de tu trabajo como entrenador, tu satisfacción?

Las ganas de no rendirse nunca, querer luchar hasta el final.

Este verano fue monitor del Campus de fútbol de A Rúa, donde también realizó su trabajo como locutor

¿El fútbol sigue siendo un deporte eminentemente masculino o entre los pequeños cada vez hay más niñas?

Cada vez más niñas juegan al fútbol, aunque poco a poco. Nos gustaría que fuesen más. En A Rúa hay un número elevado. Se trata de que jueguen todos. Aquí, realmente no hay diferencias.

¿Fútbol o fútbol sala?

A mí me gusta más jugar a fútbol sala, tiene más dinamismo.

¿Cómo se consigue llegar a todas partes y hacer tantas cosas al mismo tiempo?

Saco tiempo de la organización. Una parte importante de mi vida son mis amigos, que son una parte esencial de mi vida, a los que veo el fin de semana. Por la semana me dedico al trabajo y a los entrenamientos.

¿Con qué te quedas de tu actividad tan polifacética?

Me quedo con todo. Con 23 años soy todo lo que quería. Estoy cumpliendo un sueño. El primer día que vine a entrenar con el CD Rúa pensé que estaba haciendo lo que me gustaba y también me encanta mi trabajo. Es cierto, también, que no es realmente lo que pensaba que iba a ser. Empecé cuando era más joven un Ciclo de Mecánica, pues me apasionan los coches, que no acabé porque no era lo mío. Los coches tiran mucho y me gustan. Pero el fútbol y el mundo de la prensa también.

¿Tienes alguna «espina clavada» o has llegado ya a tú meta?

Cada día es un nuevo reto. «Espina», ninguna. Soy una persona dinámica, de «culo inquieto».

Apasionado de la fotografía y la música…

La fotografía fue un hobby que se me fue de las manos. Gracias a Iago Doval, un amigo, empecé a tontear con la cámara y, poco a poco, me fui metiendo, hasta estudiar Imagen y Sonido y dedicarme profesionalmente a ello. Y de la música, sólo puedo decir que no podría vivir sin música. Dedico al menos una hora a escucharla cada día. Mis grupos favoritos son Bon Jovi, que cumplí un sueño de poder ir a verlo este año, en primera fila, a Madrid; Phil Collins y otros muchos de estilos muy variados.

En 2014, con sus amigos

Participaste en el programa televisivo Ahora Caigo..

Sí. Fui en mayo del año pasado. Fue una buena experiencia. Lo que más me sorprendió es que había un buen número de gente en el programa relacionada con Valdeorras. El chófer que nos llevó era sobrino de un cura de Sobradelo; la chica de la productora tiene una casa en Montefurado y la concursante contra la que perdí tenía una amiga cuyo novio jugaba en O Barco. Fue una sorpresa muy grande.

(Alejandro Lorenzo Rodríguez dice que le gustaría dar las gracias «a toda la gente que me está acompañando en mi camino» , a sus amigos y familia, que «aguantan mis horarios para poder quedar con ellos». También cita a su jefa, Sonia Rodríguez, porque le permite compatibilizar los horarios de con su faceta entrenador»)