Nuevo equipo de Cáritas en O Barco

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El nuevo director es ahora Celso Francisco Gómez Caamaño que sustituye a Julio Mourelo

El párroco de O Barco, Jesús Álvarez, presentó hoy el nuevo equipo de Cáritas en O Barco, que él mismo preside y que queda integrado por Celso Francisco Gómez Caamaño (director); Venancio Arias Vidal (tesorero); Tarsi (secretario) y los y las vocales Rosario (Viloira); Hermana Marta (O Barco), Esther (Puente Domingo Flórez), Celsa (Sobradelo) y Tarsi (Rubiá). Isabel Álvarez Carracedo es la profesional que se encargará del manejo de documentación, informes sociales y del funcionamiento de la organización en torno a la cambiante normativa.

Cáritas en O Barco da cobertura a este municipio, el de Rubiá, Vilamartín, Carballeda de Valdeorras y Puente de Domingo Flórez (León), de ahí que cuente con un representante por cada zona. «Pretendemos crear como una tela de araña en la que las distintas parroquias tengan un representante y, al mismo tiempo, visibilizar esta organización, su labor social. Hoy, todo el mundo reconoce la tarea que presta, hasta los más críticos con la Iglesia», subrayó Jesús Álvarez.

Jesús Álvarez reconoció la tarea prestada por la anterior directiva, presidida por Julio Mourelo —que estuvo casi 14 años al frente—, y habló de normalidad y naturalidad en la renovación para afrontar una nueva etapa. Lo más importante, dijo, es que «nunca hay un vacío en la acción de Cáritas. Las personas pueden ir o venir pero la labor continúa».

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Cáritas tiene más de un siglo de vida. En O Barco, inició su actividad en los años 60. «Ayudó a mucha gente, desde aquellos que llegaban para trabajar en la pizarra a otros en épocas de vendimia. Siempre estuvo a disposición de la gente», detalló Jesús Álvarez.

Finalmente, el párroco dio gracias a los que han hecho posible Cáritas. «Nuestra gratitud a todos los que han hecho, de forma ininterrumpida, de Cáritas lo que es. Hay una deuda de gratitud con todos ellos, porque cada uno puso lo mejor de si mismos, con gran sacrificio. A los voluntarios estar aquí le ha supuesto un gasto de dinero muchas veces y lo más valioso, su tiempo. Detrás de la labor de un voluntario hay tiempo, momentos de sus vidas que regalan a los demás y que se lo están quitando a sus familias o a sus aficiones. Y esto es muy de agradecer».

Cáritas inicia así una nueva etapa.