Nabor Suárez, de Protección Civil, salva la vida a una mujer que se atragantó con una castaña en el magosto de A Rúa

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Le practicó la maniobra de heimlich y el caso quedó en un susto

Nabor Suárez Couso, voluntario de Protección Civil de A Rúa, salvó la vida a una mujer en el magosto del sábado en A Rúa después de sufrir un atragantamiento con una castaña. El voluntario le practicó la maniobra de heimlich hasta que pudo respirar con normalidad.

Nabor Suárez Couso cuenta le dio aviso del atragantamiento el voluntario de Protección Civil David López. «Entonces, mi compañero Anxo y yo corrimos hacia la persona. Ya ví que no era capaz de respirar bien y le hice la maniobra de heimlich durante un tiempo, hasta que empezó a restablecerse la respiración y se recuperó. La sentamos en una silla y nos quedamos con ella», formulando una llamada al 061 para seguir indicaciones. «Ella prosiguió en el magosto al encontrarse ya bien», subrayó.

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Nabor Suárez Couso tiene 20 años y lleva cinco años como voluntario de Protección Civil de A Rúa. Es la primera vez que tuvo que socorrer por un atragantamiento. «Me subió la adrenalina, fue un momento de tensión, delicado, pero afortunadamente quedó todo en un susto. Salió todo bien», explicó para añadir que fue de gran ayuda «un curso que realicé recientemente como socorrista».

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El voluntario recibió las felicitaciones de la familia de la persona afectada por el atragantamiento y de sus compañeros de Protección Civil. «Ayudar siempre produce una satisfacción y máxime en un caso como éste, que se resolvió bien», dice.

Afirma que la presencia de los voluntarios de Protección Civil en todo tipo de eventos es fundamental pues puede ayudar en cualquier situación de emergencia, tal y como quedó demostrado en el magosto de A Rúa con un caso que, al final, quedó en un susto.

Nabor Suárez, natural de A Rúa y estudiante del ciclo medio de mecánica en el IES Lauro Olmo de O Barco, señala que forma parte de Protección Civil con sumo agrado y «por muchos años pues es algo vocacional, me gusta ayudar a los demás y me llena».

Aún cuando pueda parecer un gesto sin trascendencia, la tiene y mucho. Cada año fallecen en España unas 3.000 personas por un atragantamiento, dato que se traduce en una media superior a 8 muertes al día por este motivo.