El evento no empezó a la hora prevista; el telonero, el Sr Jingles, no pudo actuar; Álvaro Urquijo pidió disculpas y la mítica banda cautivó con su interpretación y repertorio
El concierto de Los Secretos en O Barco generó una gran expectación de sus más fervientes seguidores, un entusiasmo que acabó en una tensa espera por el inicio del evento más ansiado y que acabó enfriando al público, una distancia que flotó en el ambiente hasta que irrumpió en el escenario la voz de Álvaro Urquijo y las canciones míticas de la banda, interpretadas de forma magistral, haciendo fluir la energía.
Sentimientos a flor de piel en un gran concierto salpicado por contratiempos en el que, echando mano del título de una canción del grupo, generó un «cambio de planes» en la programación.
El Sr Jingles, telonero de Los Secretos, que tenía previsto dar su concierto a las 10,30, tuvo que irse sin actuar por causas ajenas a él. El público, cada vez más desconcertado y decepcionado clamaba por el inicio de alguno de los actos previstos en el evento.
«Llevamos aquí desde las 8 de la tarde, hora en que abrió el recinto, aguardando», decía una mujer con acento de desesperación. El único retablo eran los técnicos de sonido sobre el palco. Silbidos y gritos del público, como abucheo por el más absoluto vacío, hasta que ¡por fin!, con las piernas a punto de flaquear por la demora, hicieron su aparición estelar Los Secretos, que saltaron al escenario con el poderío, fuerza y personalidad que caracteriza a la banda.
Álvaro Urquijo pidió disculpas y atribuyó el retraso a problemas técnicos: «Quiero dedicar mi respeto al trabajo de los técnicos, su trabajo de carretera, montaje y sufrimiento. A veces cuando se tuerce algo, no lo sabeis, pero puede resultar una catástrofe y, al final, la hemos salvado», lamentó, agradeciendo que «el público haya venido, que es lo más importante de todo», subrayó. Ablandó así a los asistentes, que aceptaron el perdón para dejarse llevar por la magia de Los Secretos.
«Déjame», «Pero a tu lado», «Ojos de Gata» y el repertorio propio de Los Secretos brillaron en el escenario.
Álvaro Urquijo también recordó al desaparecido Enrique Urquijo, el alma de la banda.
La música de Los Secretos, ¡grandes, sí!, no defraudó, aún cuando el gran evento musical dejó el poso amargo de los contratiempos…
