Fue la primera vez que vecinas y vecinos se unieron en esta tarea aún cuando hay constancia de que es una tradición de hace más de un siglo
Larouco festejó hoy el Sagrado Corazón de Jesús, un día especial que, ésta vez, contó con una novedad: fue la primera vez en este siglo que se confeccionó una una gran alfombra de colores, a la puerta de la iglesia, construida a base de sal.
Vecinas y vecinos se unieron para la recuperación de una tradición que —relatan— existía hace más de cien años.
A las seis de la mañana ya estaban en pie para «tejer» la singular alfombra: un gran corazón, vivo y rojo, en el interior de una bandera de Galicia.
«Elegimos este motivo porque Galicia quiere al Sagrado Corazón», explicó Mayte Santalla, una de las promotoras de esta iniciativa, quien valora la importancia de recuperar una tradición que se había perdido en la localidad.
Trabajaron codo con codo, compartiendo todas y cada una de las tareas necesarias para confeccionar la alfombra, labor artesanal que propició el reencuentro vecinal, momentos de risas y unas horas muy agradables.
La satisfacción con el resultado fue unánime.
A las 11 de la mañana llegó el momento de la puesta de largo de la alfombra de sal y de la misa, acto religioso que contó con el coro del Santuario de As Ermitas (O Bolo).
«Fue una experiencia estupenda y creo que la repetiremos el año que viene», dijo Mayte Santalla.
Los artífices de la alfombra de sal y este trabajo artesanal se convirtieron en protagonistas de este día tan señalado en el calendario de Larouco.
Un trabajo reconocido por los fieles que se acercaron al templo. José Fernández Fernández, de 94 años, y Carmen Arias Fernández, de 91, explicaron que «antiguamente se celebraba el Sagrado Corazón. La alfombra es una bonita iniciativa».
Por su parte, Araceli Gómez, encargada del templo, también destacó el trabajo realizado por el grupo de vecinos y vecinas para hacer del Sagrado Corazón una celebración más especial.
Fue un día para recordar.
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