Emma González: «Desde el Inorde me gustaría impulsar la vocación de Ourense como destino turístico»

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La nueva gerente infunde nueva marcha y velocidad a los sectores turístico y primario, relata los avances del Geodestino Manzaneda-Trevinca con un plan de acción y los objetivos al frente de este organismo

Emma González, gerente del Inorde (Instituto Ourensán de Desenvolvemento Económico) desde el 1 de marzo, se ha convertido en figura, rostro, voz y espíritu vivo de la dinamización turística y del sector primario en la provincia de Ourense. En menos de dos meses, ya se ha familiarizado con su nuevo cargo después de jornadas maratonianas de trabajo en las que el día se queda corto pero con las que está encantada.

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, es también máster en Comunicación Empresarial, titulada en Gestión Sostenible de Destinos Turísticos y posee una experiencia de más de 15 años de labor en el sector público (cargos de dirección, entre ellos el Consello ejecutivo del Clúster de Turismo), además de haber ejercido como directora del recinto ferial ExpOurense. Una trayectoria que le avala en esta nueva etapa del Inorde que afronta con ilusión y trabajo.

Emma González, ha insuflado un nuevo aire, marcha y velocidad al Inorde. La prioridad son los sectores turístico y primario, que aspira a revitalizar desde el Inorde. Los geodestinos turísticos ocupan también el primer puesto de sus objetivos. No en vano, el de «Manzaneda-Trevinca» registrará un avance notable en próximos días.

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¿Cómo valora sus casi dos meses al frente del Inorde?

Los primeros días consistieron en conocer por dentro el Inorde. Yo tenía relación con este organismo pero debía familiarizarme con la estructura interna, trabajar con el equipo, crear unas dinámicas de trabajo orientadas a la estrategia general que nos queremos marcar y que han sido, en esta primera fase, especializarnos en el ámbito agroganadero y turístico, los dos sectores prioritarios en los que nos vamos a centrar.

Al mismo tiempo, reactivar los proyectos, también aquellos europeos que están en ejecución (seis de los que forma parte el Inorde), relacionados con la digitalización de empresas, el fomento de la economía circular, los caminos y los más intangibles como la gestión de políticas públicas enfocadas a la valorización del patrimonio, naturaleza etc. Buscamos imprimir a esos proyectos acciones lo más útiles posibles para que los sectores primario y turístico salgan beneficiados.

¿Ha tenido buena acogida en la provincia?

Desde luego. La visión inicial de estos dos meses es muy positiva. Todo el mundo me ha acogido muy bien, desde la dirección y órganos rectores tanto del Consello y presidente del Inorde, como la presidencia de la Diputación. Me han dado mucha confianza para trabajar, también el equipo, que está respondiendo muy bien a esa nueva marcha que estoy intentando meter. También en el ámbito municipal, los diferentes alcaldes, me están recibiendo con mucho interés para cooperar.

¿Qué espera?

Yo lo que espero es cumplir con esa expectativa que se ha despertado con mi llegada, muy especialmente en el ámbito del turismo, que es en el que más vamos a cooperar con los distintos municipios. Es lógico que sea el Inorde la entidad que pilote ese desarrollo turístico. Los municipios deben ocuparse de tener sus recursos en buen estado y nosotros tenemos que ayudar a vertebrarlos y a la promoción turística porque los ayuntamientos solos, de forma aislada, no pueden hacerlo. Es lógico. El Inorde debe liderar este proceso.

¿Cuál es su prioridad en el ámbito turístico?

Mi primera misión son los dos geodestinos que gestionamos desde el Inorde: el de Manzaneda-Trevinca y el de Terra de Celanova-Serra do Xurés. Eso es lo primero. Y cuando estén en marcha, articular el resto de la provincia de Ourense. El Inorde es el órgano rector de los mismos. No es una cuestión particular, sino de responsabilidad.

¿Es complicado poner de acuerdo a los ayuntamientos para el despegue del sector turístico. Los geodestinos son una buena fórmula?

No es complicado si tenemos un plan de acción en el que todo el mundo se sienta cómodo. Obviamente, tiene que ser común. No podemos enfocarlos de un modo singular, sino que tenemos que establecer ejes vertebradores para cada geodestino. El geodestino puede ser una buena fórmula porque permite agrupar los territorios. Tenemos que trabajar de un modo transversal. Un visitante cuando llega a la provincia de Ourense no puede estar mirando en el mapa si entra o sale del geodestino, sino que llega para tener una experiencia turística.

¿Cuál es el primer paso para accionar los geodestinos?

En esta primera fase vamos a trabajar esa articulación interna pero después el Inorde tiene que hacer un ensamblaje entre todos ellos, de toda la provincia e incluso de aquellos que no gestionamos, que se autogestionan, o algunos que todavía no están funcionando. Tenemos que dar pasos firmes y tener un plan de acción.

Ya ha mantenido una primera reunión con los alcaldes del Geodestino Manzaneda-Trevinca, ¿en qué momento está?

Espero que la próxima semana podamos cerrar el plan de acción para el Geodestino Manzaneda-Trevinca y que puedan validarlo los alcaldes de este territorio para que lo elevemos a la Xunta y empezar a articularlo. Se trata de poder dar información al visitante, generar contactos de comercialización y con el sector privado. Porque si no tenemos enlace con el sector privado de nada sirve. Éste es el que va a generar las experiencias turísticas y a promover el destino. Después, hay que hacer promoción de esos productos que ya estén a disposición de los potenciales visitantes y hacerlo todo de una manera coherente.

¿Qué le pediría a los alcaldes o ayuntamientos de este geodestino?

Yo espero que el plan de acción pueda ultimarlo estos días para darle traslado ya la próxima semana a los alcaldes del Geodestino, y que lo podamos consensuar para tener un punto de partida. Yo ahí les pediré generosidad. No será un documento irrefutable que no se pueda mover. Podemos seguir trabajando en ello. En este momento, conviene ya validar ese cronograma de actividades, pasarlo a la Xunta de Galicia y después seguir trabajando en paralelo. Habrá cuestiones para las que tendremos que esperar financiación concreta y habrá otras en las que ya podremos ir avanzando a través de una tarea coordinada, tanto con el Departamento de Turismo del Inorde como con los técnicos que tienen los ayuntamientos y las empresas que operan en el territorio.

¿Cuando habla de generosidad de alcaldes o ayuntamientos en el Geodestino Manzaneda-Trevinca se refiere a…?

Me refiero a que cuando comencemos a dar pasos que no piense que ningún ayuntamiento se va a quedar atrás. Vamos a ir rápido. A que las iniciativas las tenemos que desarrollar en conjunto. Me consta que existe esa visión de comarca y de conjunto por que de otro modo nunca seríamos lo suficientemente competitivos para llamar la atención de los visitantes. La visión es compartida. La verdad es que la sintonía con los municipios de este geodestino es perfecta. Hubo total consenso y unanimidad en la reunión que hemos mantenido.

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También ha tenido contacto con la Asociación Ruta do Viño de Valdeorras

Sí. Para plantearle que trabajemos de una manera coordinada para no duplicar las acciones. Tendremos que integrar todo. El Geodestino tiene la Ruta del Vino, pero también forman parte del mismo municipios que tienen adscritas bodegas a la Ribeira Sacra. La promoción del Geodestino tiene que ser integral. Todos los recursos tienen que estar dispuestos de una manera natural, que es lo que el visitante necesita. Y en el caso de Valdeorras es muy interesante potenciar las «covas», que son un recurso diferenciador.

Si hablamos de proyección conjunta del territorio, ¿habría que singularizar menos?

La cuestión es la vertebración. Sí hay que singularizar los recursos de cada uno, sus potencialidades, pero proyectarlo o venderlo de forma conjunta. Si queremos vertebrar un geodestino no podemos hacer, por ejemplo, enogastronomía en el valle del Sil y naturaleza en las montañas de Trevinca. Hay que vertebrar naturaleza de arriba a abajo porque cada uno tiene unos recursos diferentes y va a ser lo que más riqueza aporte al proyecto turístico. Lo integraremos todo. Eso no quiere decir que el que venga para disfrutar de la naturaleza no disfrute de la enogastronomía. Hay que trabajarlo segmentado. Buscar los canales de comercialización adecuados, apoyado a través de la comunicación digital, que es fundamental en el sector turístico.

¿Que es lo que le faltaba al Geodestino Manzaneda-Trevinca?

Un plan de acción para que todo el mundo se pudiese alinear a él y saber que esa era la hoja de ruta para trabajar. Si convocas una reunión, por ejemplo con 14 municipios, es muy difícil esperar que, 14 alcaldes que no tienen por qué ser expertos en turismo, o no tienen competencias en esta materia, de repente salgan con un plan. Creo que no era un problema tanto de individualismos, localismos o municipalismos sino la falta de un plan. Sí había estudios, diagnósticos, inventarios, pero no un plan de acción concreto, viable y adaptado.

¿Cuál es su recomendación?

Pasar del concepto de potencialidades como enoturismo, patrimonio, naturaleza, cultura a ir concretando ya. El proceso de desarrollo y comercialización del destino tiene que ir en paralelo. En esta primera fase hay que identificar qué productos tienen ya capacidad para ser promovidos en el mercado. Vamos a ir a los distintos canales y en paralelo iremos desarrollando los que no están en condiciones de serlo. Lo que no se puede hacer es en turismo es promover algo que genera una expectativa y después cuando llega el visitante no está en marcha o no hay suficiente oferta.

¿El enoturismo es una asignatura pendiente?

En enoturismo, que está más avanzado, tenemos experiencias que se pueden hacer y ya no digo en Valdeorras, sino en el conjunto de las Denominaciones de Origen, que por el momento es reducida. Pero estoy segura de que trabajando con el sector podemos dar pasos. Si empezamos la promoción con aquellos productos y bodegas que se puedan visitar, con un horario determinado y una experiencia concreta; si empezamos a trabajar en esa promoción tendremos una demanda. Hay que hacer ya producto turístico. Una cosa es tener un recurso y otra cosa es que se convierta en producto turístico, que es algo que se puede comprar y vender.

Ourense es una provincia única

Tenemos naturaleza, enogastronomía, patrimonio, cultura y termalismo como factor diferencial. De hecho, ahora estamos trabajando en el Plan Termal que presentaremos a la convocatoria de la Secretaría de Estado de Turismo del Gobierno España y si nos lo conceden podríamos tener inversiones, y otro tipo de acciones, por valor de 4 millones de euros para los próximos tres años. Pero, por supuesto, nos lo tienen que aprobar. Procedería de fondos europeos.

Y hablando de Europa, ¿qué objetivos marca?

La hoja de ruta que nos marca, en cualquier aspecto, y será lo que apliquemos a los sectores turísticos y primario, es la digitalización y sostenibilidad. Son dos aspectos clave en la transformación competitiva de estos sectores.

¿Ourense es un destino…?

Tenemos la capacidad de ser un destino sostenible. No somos un destino masificado. Tenemos la oportunidad de hacer nuestro modelo de desarrollo turístico con el enfoque de calidad y de sostenibilidad que hace falta. Y uno de los pasos que iremos dando a partir del próximo año será también trabajar sistemas integrales de calidad en destino, tanto para el sector público como privado. Esto nos va a ayudar muchísimo a construir esos referentes para nuestros visitantes.

Personalmente, ¿qué ha supuesto para usted esta nueva responsabilidad al frente del Inorde?

Para mí es un reto. Soy ourensana. Nací aquí. Estudié en Santiago Periodismo. Empecé a trabajar en Ourense, donde llevo toda la vida. Es donde he formado mi familia. Mis hijos nacieron aquí. Para mí trabajar en el desarrollo y promoción del territorio al que pertenezco es un orgullo. De algún modo siempre trabajé en esa línea pero ahora es más patente porque antes promovía Ourense, pero un conjunto de sectores, a través de ferias autonómicas e internacionales, conjugando esos intereses locales y a otra escala. Pero ahora, me puedo centrar exclusivamente en la promoción de nuestro territorio y para mí es un trabajo satisfactorio, muy bonito. Lo que me falta son horas del día, pero no me cuesta para nada porque me encanta.

¿El hecho de ser periodista juega a favor a la hora de llevar las riendas en el Inorde?

Creo que mi sensibilidad hacia la comunicación hace que hayamos transformado un poquito nuestro modelo y que se visibilice mucho más la actividad que hace el Inorde. Porque soy consciente, como persona del ámbito de la comunicación, que todo lo que no se comunica, no se conoce. Y que además debemos ser un organismo más accesible y que tanto el sector público como el privado entienda que podemos ser útiles para ellos. El factor más importante es que desde que he llegado empezamos una política de comunicación, de visibilidad y de acercamiento a estos sectores para que nos conozcan, sepan en qué se les puede ayudar y tengan claro que estamos a disposición de ellos. Este organismo tiene herramientas para ayudar al desarrollo, posicionamiento y muy especialmente en el ámbito turístico.

Se puede decir que está firmemente convencida y cree a ciegas en los recursos de Ourense

Por supuesto que sí. Tenemos oportunidades, ventajas y también mucho por hacer en el desarrollo turístico.

Sé que acaba de «aterrizar» pero, en este instante, ¿qué legado le gustaría dejar al frente del Inorde?

En el ámbito del turismo, si soy capaz de crear esa vocación de destino turístico en Ourense, para mí sería muy importante. En el ámbito rural, el reto es apoyar ese reto demográfico que tenemos. Si conseguimos que haya referentes de personas y jóvenes que han emprendido e innovado en el campo, para mí sería suficiente, e incrementar la orientación hacia la producción ecológica.