El espíritu «do botelo» y la «botelomanía» se siente ya en O Barco

Publicidad

Comenzó la venta de entradas, la difusión de esta fiesta por excelencia de la villa y la programación empieza a rodar

Las 1.150 entradas para la XX edición de la Festa do Botelo de O Barco, que se celebrará el próximo 18 de enero, comenzó esta mañana en el Teatro Lauro Olmo de la villa. El precio es de 18 euros y el número máximo de entradas que se puede adquirir por persona es de 10.

Además, este fin de semana se inicia también la tercera edición del «Blogtrip del Botelo…especial Madrid” para la promoción y comunicación en redes sociales y medios de comunicación del Botelo, al tiempo que se fomenta el turismo, cultura y recursos patrimoniales de la zona.

La comida popular consta de 1.150 plazas

Esta vez, participan seis bloggers para conocer cómo se elabora el botelo y el valor gastronómico de este producto típico de O Barco.

Publicidad

Al mismo tiempo, la programación radiofónica «Degustar España» de RN5 se emitirá hoy en directo desde el Teatro Lauro Olmo, con Manuel Moraga , a partir de las las 12 del mediodía.

Un programa que marca ya la cuenta atrás de la Festa do Botelo.

También, durante la semana habrá una sesión de cine gratuita el jueves, 16 de enero, en la que se proyectará «La Vida de Brian«, a las 19,00 y 21,00 horas.

El viernes habrá el «Concierto do Botelo», a las 21,00 horas, y actuará Milladoiro en el Lauro Olmo. En este caso, el precio de la entrada es de 10 euros.

Publicidad

Y el sábado 18 de enero será el día grande de la fiesta. A las 12 dará comienzo en el Teatro Lauro Olmo el tradicional acto del pregón y la Mención de Honor. Este año, el pregonero es Avelino González (actor, contador de cuentos y monologuista) y la Mención de Honor para Honorato López Isla, socio fundador de las bodegas Godeval.

La comida popular en el pabellón llegará a las 14,30. No faltará el ya habitual programa de la TVG Aquí Galicia y habrá los Cantos de Taberna a partir de las 19,00 horas por los establecimientos hosteleros.

La «botelomanía» se siente ya, con toda su intensidad, en O Barco.