Afirma que sus objetivos pasan por impulsar el turismo en el municipio, los recursos agroforestales y servicios sociales, además de fijar población
Antonio López Sánchez es el nuevo candidato del PP a la alcaldía de O Bolo. Es consciente de que Manuel Corzo, actual alcalde que no se presenta después de gobernar durante muchos años, deja alto el listón, pero aspira a obtener la mayoría absoluta. «No será fácil pues concurren cinco candidaturas por primera vez. Nunca hubo tantas. Aún así, aún cuando puedan restar, voy a intentarlo, es mi objetivo», indica.
Antonio López Sánchez señala que si llega a la alcaldía la línea no será continuista con respecto a los gobiernos municipales anteriores. «Yo creo en el trabajo en equipo y llevo un buen equipo, con experiencia en política y en gestión, uno de ellos José Vega que conoce cada entresijo y esquina de cada pueblo y ya fue teniente de alcalde en otras ocasiones».
El candidato del PP afirma que llegó a ser candidato «un poco por casualidad pues tenía previsto presentarme en la lista colaborando con el actual alcalde, pero después decidió no presentarse y faltaba poco tiempo para elegir cabeza de lista y me escogieron a mí. Así que di el paso», expresa.
Señala que «O Bolo lo tiene todo» en alusión a su gran potencial y riqueza natural, paisajística y patrimonial. Cita las laderas salpicadas por viñedos. «De aquí nace el mejor vino con 100 puntos Parker». También nombra el Santuario de As Ermitas, el «santuario mariano más antiguo de Galicia, único. Me llamarán exagerado pero yo lo comparo con los de Lourdes y Fátima porque mueve miles de personas». Y habla del castillo medieval, cruceiros y miradores, además de los recientemente recuperados molinos de aceite, luz y harina en As Ermitas.
El potencial de O Bolo precisa mayor infraestructura turística, valora Antonio López Sánchez. «En este sentido, solo tenemos servicios de muestra. Una de mis prioridades será dar un pequeño paso hacia adelante en esta materia apoyando a la hostelería y la industria turística. En As Ermitas, por ejemplo, hace falta desde un lugar donde comprar una botella de agua hasta un pequeño hotel. En O Bolo sí se puede conseguir que los turistas puedan pernoctar dos o tres días viendo cada jornada cosas diferentes», expresa.
Personalmente, le gustaría convertir a O Bolo en «capital religiosa del oriente ourensano. As Ermitas oficialmente ya lo es pero no tiene reflejo en actos concretos. La Virgen de As Ermitas es la patrona de Valdeorras, pero hace falta ese día de la patrona y una celebración específica para exaltarlo», expone.
Su programa electoral se vertebra sobre lo que considera los tres ejes que vertebran O Bolo: el turismo, los recursos agroforestales y los servicios sociales.
Si llega al gobierno local buscará la fórmula para catalogar con un grupo de expertos sobre el papel todas las zonas visitables y el patrimonio para ofrecer rutas con personal que pueda enseñar el entorno.
Propone además un polígono agroforestal pues «los recursos del monte están sin explotar, con la repoblación de especies autóctonas y recuperación de los castaños».
Además, incrementará los servicios destinados a las personas mayores abriendo nuevas «casas do maior» y apostará por la creación de viviendas sociales en los distintos pueblos del municipio.
Y ello sin descuidar el avance en los servicios básicos de cada pueblo del municipio.
«Me gusta todo de O Bolo, especialmente su gente»
Antonio López ya fue concejal en el 2019 si bien por circunstancias familiares en aquel momento tuvo que renunciar. Es amigo del desempeño de la actividad política por su vocación innata de servir al ciudadano, faceta que ha desarrollado de forma altruista como voluntario de Protección Civil del municipio. De hecho, dice que una de sus pasiones es «ayudar a los demás».
Es trabajador del centro de salud de O Bolo (Personal de Servicios Xerais), donde ejerce desde hace 7 años. Trabajó con anterioridad durante muchos años en el Hospital Público de Valdeorras en O Barco y nació en Trives . Sin embargo, su corazón pertenece a O Bolo, tierra de la que se quedó prendado desde el momento en que la conoció. «Me gusta todo de O Bolo. Especialmente, su gente, que es encantadora, amable, da gusto hablar con los vecinos y vecinas. A mí O Bolo me cautiva», dice.
Finalmente, señala que O Bolo es sinónimo de calidad de vida y «apuesto por ponerlo en valor».
