Álvaro Fernández: «sorprende la negativa del BNG a aplazar el pleno»

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El alcalde de A Rúa afirma que la demora está justificada por la necesidad de incluir en el orden del día el «PACES» y debido a la crisis sanitaria

El alcalde de A Rúa, Álvaro Fernández, afirma que le ha cogido por sorpresa el rechazo del BNG al aplazamiento del pleno ordinario de noviembre. «Supongo que es una maniobra política. No se ajusta para nada a lo que se habló en las Comisiones del pasado viernes», señala en alusión a que se abordó la situación actual del Concello y se dio cuenta de un buen número de asuntos.

Álvaro Fernández señala que el pleno estaba previsto para el 2 de noviembre y se retrasa al 16, apenas un margen de días que son necesarios para incluir en la orden del día el «PACES» (Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible), entre otros motivos.

El regidor aclara que en ningún momento se niega información al BNG pues hubo comisiones de Cultura y Deportes; Medio Ambiente, Desarrollo, Medio Rural y Patrimonio; Urbanismo, Obras y Mantenimiento y Personal, Empleo y Régimen Interno. Y dice que el BNG recibió cumplida información al respecto.

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Es más, estima que «hubo comprensión por parte de los nacionalistas sobre la situación actual municipal pues la crisis sanitaria de la COVID está afectando a la actividad municipal, de ahí el desconcierto sobre su negativa a aplazar el pleno».

Álvaro Fernández cuenta que ya explicó en todas las comisiones del viernes, y sobre todo en la de Personal, que «por razones de seguridad y para que no se paralice la actividad del Concello», la plantilla de cada departamento municipal se ha reducido al 50 por ciento con la correspondiente aplicación de teletrabajo.

«Esto genera un trastorno, una carga excesiva de tareas e inconvenientes que reducen el rendimiento», explica, situación que ya compartió al BNG en las comisiones. Es más, el secretario municipal también está teletrabajando», matiza Álvaro Fernández.

Por ello, argumenta, dichas incidencias provocan retrasos en la entrega de «la extensa documentación que solicita el BNG. El secretario se puso en contacto con la portavoz del BNG y le dijo que le diera un margen de tiempo y María Albert no se opuso, al contrario», expone el alcalde de A Rúa.

Cita como ejemplo que el BNG solicitó los protocolos de las instalaciones deportivas, «que ahora están en suspensión, pero hechos, entregados y reconocidos por monitores, usuarios y clubes desde el primer momento en que se iban a iniciar las actividades. No se le envió al BNG porque hay una carga excesiva de trabajo, con temas urgentes que resolver».

Recuerda que el coronavirus lo ha cambiado todo. «No tenemos inconveniente en que nos manden un correo electrónico o nos hagan una llamada para aportar lo que ellos consideren. Tenemos transparencia e intención de hacer las cosas lo mejor posibles. Estamos a su disposición. Pero en las comisiones no objetaron nada, incluso le dieron margen de tiempo al secretario», insiste.

En la Comisión de Medio Ambiente se dio cuenta al BNG, explica Álvaro Fernández, de que el Concello está a punto de recibir el Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible (PACES), para el que la institución local cuenta con 4.800 euros. «Queríamos llevarlo al pleno ordinario del 2 de noviembre pero no iba a estar listo para aprobarlo. Por esta razón, se retrasa el pleno. No tiente sentido hacer un pleno ordinario el día 2 y unos días después otro extraordinario para aprobar un único punto, el «PACES», algo que supondría mayor gasto para las arcas municipales. Es preciso aprobarlo para poder subir el documento a la Plataforma Europea», expone Álvaro Fernández.

Finalmente reitera que después de unas comisiones tan extensas, el BNG «podía esperar unos días. No se entiende su negativa», concluye.