A Rúa vivió su tradicional y singular desenclavo

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La iglesia de Santo Estevo de A Rúa Vella vivió uno de los momentos más emotivos de su Semana Santa, el desenclavo. Se trata de un pasaje religioso que, aquí, se simboliza de forma muy especial.

Tal y como manda la tradición, un grupo de vecinos hizo descender a Cristo de la Cruz con la mirada atenta de los fieles.

Después, con la imagen en sus manos pusieron a Cristo ante la Virgen.

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«Antiguamente, el desenclavo se realizaba con más pasos, es decir, le quitaban los clavos, la corona de espinas etc. Ahora, es algo más corto. Pero es un desenclavo muy bonito», comentaron personas de A Rúa Vella.

Esta vez sí, el desenclavo culminó con la procesión por las calles, uno de los actos que el año pasado no pudo ejecutarse debido a los tiempos de covid.

Las mujeres portaron la imagen de la Virgen.

El desenclavo contó la participación de un buen número de vecinos y vecinas.

Imágenes: