Sofi Modebadze, la pintora que colorea el alma: «Mi vida es el arte»

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La artista georgiana expone su obra el próximo domingo 20 de junio en el Teatro Lauro Olmo de O Barco, muestra organizada por Cruz Roja

Se llama Sofi Modebadze. Su obra llama la atención. Un hermoso colorido, la sensibilidad a ras del lienzo y una mirada muy personal, femenina, tiñen su trabajo artístico, trazado por un denominador común, la presencia de Josefina, una amiga imaginaria de la autora que se asoma en sus cuadros y que se ha convertido en su distintivo.

Josefina es una figura lánguida, dulce, tierna, delicada, frágil, amable, entrañable y con un semblante particular. La autora la define como fea por fuera y muy bella por dentro.

Josefina, la amiga imaginaria de Sofi Modebadze

Sofi Modebadze, la pintora que colorea el alma y la sensibilidad, lleva tres años en Valdeorras, comarca sobre la que solo tiene buenas palabras. Es de Georgia y reside en O Barco de Valdeorras junto a su marido y sus dos hijas pequeñas.

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Pinta desde la niñez. Estudió Bellas Artes y siempre trabajó en el mundo del arte, además de impartir clases en este campo. Vivió en Austria e Italia, países en se vio obligada a aparcar la pintura. «Aquí, en Valdeorras, sí puedo pintar, sigo pintando, siempre», destaca con entusiasmo, mostrándose agradecida y alegre por la oportunidad y aceptación que tiene su obra desde este rincón de la geografía ourensana.

Su vida siempre estuvo ligada al arte. «Mi vida es el arte», dice.

El próximo domingo, 20 de junio, es una fecha muy especial para ella. Expondrá su obra en el Teatro Lauro Olmo con motivo de una exposición que organiza Cruz Roja para conmemorar el Día Internacional del Refugiado.

Y es que Sofi Modebadze y su familia llegaron a Valdeorras mediante la ayuda de Cruz Roja. Su marido era policía en Georgia y, por motivos de seguridad —debido a la situación política de su país—, tuvieron que abandonar el país.

En Tbilisi (la capital de Georgia), «tenía una vida maravillosa. Un buen trabajo. Mi casa, mi familia, mi hermana gemela, a la que echo mucho de menos. De un día para otro cambio todo», dice con un tono de tristeza pero con el talante positivo que la caracteriza.

Sea como fuere, empezó una nueva vida en Valdeorras.

Nos acercamos Sofi Modebadze, una mujer con talento muy especial, una mirada femenina, que aporta, y mucho, al arte y la cultura.

Su pintura habla por sí sola. Fuerza de miradas y colorido.

¿Cómo defines tu obra?

Es pintura. Trabajo principalmente con el acrílico. A mí me gusta mucho el color. Ahora mismo estoy pintando cuadros que le gustan a la gente, concretamente mujeres africanas y siempre muy coloridas. Tienen mucho éxito.

Sin embargo, Josefina es el distintivo de tu obra, ¿quién es?

Sí. Desde pequeña aparecía en mis sueños Josefina. Es una amiga imaginaria. Llevo toda la vida pintándola. Es un poco fea por fuera pero muy amable, muy linda, muy bonita por dentro. Tiene una historia muy interesante. Cuando pinto, está en mis sueños. Cuando no pinto, no está. Es una chica joven que me da mucha suerte.

¿Josefina podría ser una proyección de ti misma?

Sí. Estoy pensando que podría ser yo puesto que no soy guapa pero por dentro soy diferente, más bella por dentro que fuera. Ella también es así. Tiene un toque triste por su vida difícil pero es muy interesante.

Tu pintura tienen alma, profundidad…

Mis dibujos tienen diversas sensibilidades proyectadas a través de los ojos, son una mezcla de tristeza, nostalgia, optimismo y alegría a través del color.

¿Cuál es tu sueño?

Me encantaría llegar a exponer algún día en Madrid.

¿Cómo es tu visión de O Barco y Valdeorras?

Me encanta este lugar. Tiene calidad de vida. Estoy enamorada de Valdeorras. Animo a que las personas de la comarca se animen a visitar la exposición el próximo domingo en O Barco.

¿Te gustaría regresar algún día a Georgia?

Mucho, muchísimo. Sí. Pero ahora aún no puede ser.

(Sofi Modebadze es una artista colorista, viva y cuya fuerza traspasa el lienzo).