Narjoysa: medio siglo dedicado a la electricidad y el electrodoméstico

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César y Nardo García llevan las riendas de los dos establecimientos en A Rúa y O Barco: «en este momento hay que involucrarse con el comercio local», dicen

Narjoysa tiene medio siglo de vida. Lleva 50 años dedicado al mundo de la electricidad y el electrodoméstico. Nació en su tierra, A Rúa, donde sigue prestando sus servicios. Y tiene también «casa» en O Barco, donde lleva nada menos que 25 años.

Narjoysa ha sobrevivido a todos los tiempos. Una constancia que tiene mérito en la apuesta incesante por el comercio local. Este establecimiento no sería nada sin su promotor, hoy ya jubilado, Nardo García Arias. Sus pasos los han seguido sus dos hijos, César García —en A Rúa— y Nardo —en O Barco—.

Nardo García Arias, profesional de la electricidad, trabajó en su juventud en diversas empresas y tuvo la oportunidad laboral de marcharse con una del ramo de relevancia a nivel nacional. Sin embargo, eligió A Rúa. Se embarcó en este establecimiento, ahora un referente marcado por el sello de la veteranía, experiencia y buen hacer.

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Dedicado en cuerpo y alma a esta actividad, recuerda aquellas mañanas de domingo y festivos que empleaba para arreglar algún electrodoméstico a sus clientes, muchas veces sin contraprestación económica y aquellas jornadas maratonianas de trabajo. «Había mucha tarea y poco descanso», rememora.

Entonces, eran otros tiempos. Hasta las lavadoras, neveras etc. eran para toda la vida. Las ventas, reparaciones y nuevas instalaciones eléctricas marcaban una relación estrecha con el cliente. Hoy eso ha cambiado.

Nardo mira hacia el futuro con una pizca de desasosiego. Es difícil sobrevivir en unos tiempos en los que competir con el gigante Amazon es imposible y donde el presente digital pone en jaque al comercio local. Los avances tecnológicos y la pérdida de población en los pueblos también influyen en la senda. «La lucha del comercio local es ahora más difícil», señala.

Pero Narjoysa continúa. Para el fundador, uno de sus servicios «estrella» es que cuenta con su propio equipo de instalaciones eléctricas para viviendas particulares, establecimientos comerciales y otros. De hecho, ha «vestido de cables» a un buen número de ellos, también incontables bodegas de vino.

Está orgulloso de sus dos hijos, que llevan a la perfección las riendas de los establecimientos en A Rúa y O Barco.

César García Fernández está al frente de Narjoysa en A Rúa. El emblema del establecimiento, dice, es la electricidad y electrodomésticos, que «van de la mano desde el primer día de la fundación de este negocio», cuenta.

Narjoysa oferta electrodomésticos de «gama blanca» (lavadoras, frigoríficos y otros); «gama marrón» (televisiones y sonido) y una amplia diversidad de PAE (Pequeño aparato eléctrico).

También realiza las citadas instalaciones nuevas y reformas eléctricas además de reparaciones de aparatos eléctricos.

Mención especial merece también la sección destinada a calefacción y aire acondicionado. En el primer caso, cuenta con los acumuladores eléctricos, que «han tenido mucho éxito aprovechando la tarifa nocturna», detalla César García. Pero también emisores térmicos de calor azul (con la ventaja de la cómoda e inmediata colocación); equipos de aire acondicionado con bomba de calor, que «tiene bajo consumo de electricidad», y las estufas de pellets, con alta demanda en los últimos años.

César García estima que en este momento tan delicado, generado por la crisis sanitaria, hace falta que la población se involucre y compre en el comercio local. De otro modo, morirá. «Si todos nos involucramos, estamos ayudando a la prosperidad de un pueblo. Se evitará el final del comercio de proximidad», valora. Y ahora es cuando hay que hacerlo más que nunca, porque todos podemos sumar.

Argumenta que cada vez hay más compras online. «Observo que ni siquiera es por precios más ventajosos, sino por comodidad. Van al móvil y compran. Pero esta tendencia podría llevar al cierre de negocios locales, que son los que realmente dan servicio de cercanía. Si hay menos movimiento en el comercio local, habrá menos ingresos y menos servicios para un pueblo».

Hace su propia reflexión: «Cuando los vecinos compran en su pueblo, la inversión, de alguna manera, va a volver a ellos porque están generando un movimiento económico que beneficia a todos». Y explica que las personas mayores siguen confiando en los negocios locales, entre otras cosas porque «no tienen posibilidad de comprar online. Ayudan a preservar los servicios de una villa».

Por su parte, Nardo García lleva las riendas de Narjoysa en O Barco. Lleva 20 años. Destaca el componente familiar del establecimiento, que cuenta con los mismos servicios que el de A Rúa. Y coincide con su hermano César en la importancia que tiene la implicación vecinal en las compras locales. «Si acabamos cerrando todos, lógicamente un pueblo se morirá».

Para él la presencia física es indispensable. «El cliente tiene la posibilidad de venir a hablar del problema que tiene y nosotros lo solucionamos».

Destaca que Narjoysa brinda un servicio completo y eficaz de electricidad, pero también la amplia gama de productos que dispone el establecimiento.

«Cualquier aparato, lo llevamos a las casas, lo instalamos y explicamos su funcionamiento», esgrime.

Narjoysa ha permanecido 50 años. Su objetivo es la continuidad. Ha sorteado todas las épocas. Seguirá apostando por el comercio de proximidad: calidad, trato cercano y respuesta a las necesidades del cliente.