«La Varroa destruye colmenas, pero hay tratamiento; contra las avispas velutinas no hay nada»

Armando Rodríguez, presidente de la Asociación de Apicultores de Valdeorras
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La Asociación de Apicultores de Vilamartín convocó a una charla y a la cobertura del cuaderno apícola y recordó la importancia del trampeo y la lucha para acabar con la avispa asiática, que acaba con las abejas

El centenar de productores de miel que aglutina la Asociación de Apicultores de Valdeorras fue convocado en el Centro Santa Lucía de Vilamartín para cubrir el cuaderno de explotación por parte de la veterinaria de la Agrupacion Apícola de Galicia, Esther Ordóñez, que impartió una charla sobre sanidad apícola.

Esther Ordóñez y Armando Rodríguez

El presidente del colectivo, Armando Rodríguez, dice que es obligatorio por ley hacer un tratamiento al año contra la Varroa cuya receta quedó asentada en el libro de registro de explotación.

Armando Rodríguez detalla que el ácaro de la Varroa destruye las colmenas y que, aún cuando más colmenas de abejas por la Varroa que por culpa de las avispas velutinas, son éstas últimas el gran problema de los apicultores.

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Armando Rodríguez sugiere que la Administración debería intensificar la lucha contra la avispa velutina, que cada vez causa más daños en las colmenas. «Para la Varroa hay un tratamiento, pero para la avispa velutina no hay nada, si ésta ataca la colmena no podemos hacer nada, muere».

Miguel Alcántara: «Es muy importante el trampeo contra la velutina»

Miguel Alcántara, uno de los apicultores comprometidos con la lucha contra la avispa velutina

Por su parte, Miguel Alcántara, que tiene colmenas en O Real y en Éntoma y es uno de los apicultores más comprometidos en la lucha contra la avispa velutina, relató que el problema de las «velutinas» se multiplica cada año por dos. «Es complicado. Pienso que incluso las Universidades gallegas podrían poner en marcha tecnología para someter a esta especie invasora. Y aplicar nanotecnología para captura y localización de nidos».

Argumenta que en la primavera se colocan trampas, «pero no es suficiente, hay que avanzar para reducir el impacto de las velutinas». Eso sí, indica que «es muy importante el trampeo, que debería hacerlo todo el mundo, principalmente los ayuntamientos y pedanías en su territorio, además de la gente que vive en el medio rural».

Las trampas se pueden hacer en casa y la receta «es muy eficaz y barata». Consiste en poner una botella, y hacer dos pequeños orificios, con un contenido que atrae a las avispas reina: Agua, levadura y azúcar. «Las avispas reina van ahí y caen. Las puede colocar cualquiera de forma muy sencilla, a partir de febrero, en primavera. Hay que colgarla en los primeros árboles que están en floración, o en el entorno de las camelias, que es donde más van las reinas», concluye.