Es una vía de senderismo circular cuyo proyecto implica también a O Barco
La Corporación municipal de Vilamartín aprobó hoy en pleno, con la abstención del PP, la dotación presupuestaria para la homologación de la Ruta da Santa Compaña, concretamente 12.300 euros. Se trata de una ruta de senderismo circular entre Arnado, Correxais y Fervenza.
El alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, señaló que la de la «Santa Compaña» es una ruta que se compartirá Vilamartín con O Barco cuyo coste total es de algo más de 24.600 euros, cantidad que asumen ambos ayuntamientos.
El PP justificó la abstención señalando que «se están empleando recursos municipales en asuntos que podían esperar», dijo José Pinto, valorando que hay otras necesidades más acuciantes en el municipio.
El alcalde respondió a los «populares» que «no voy a intentar convencerlos, no tiene sentido».
Con su homologación, la Ruta da Santa Compaña registrará un importante avance.
En el pleno de Vilamartín prosperaron asuntos de trámite, entre ellos una modificación de crédito para instalaciones, arreglo de un tractor, desbroces, actividades culturales, mejora de calles y vías públicas y retirada de fibrocemento de la calle da Ruta das Covas, entre otras.
En el ámbito de ruegos y preguntas, el PP pidió cuentas sobre la limpieza de caminos, fincas y el estado de la carretera de O Mazo-Robledo. El alcalde, Enrique Álvarez, argumentó que el mantenimiento de esta vía es competencia de la Diputación y que así obra en un compromiso por escrito, cuestión en la que el PP insistió debe gestionar ante la institución provincial.
También el PP habló de la carretera de Valencia do Sil-Penouta, sobre la que subrayó que acusa un importante deterioro. El alcalde explicó que cuando se acometió la mejora del vial «no quedó bien» debido a una deficiencia en uno de los materiales empleados y anunció que sí se restaurará.
El portavoz del PP también preguntó sobre la utilidad del centro social de Arnado y el regidor detalló que está perfectamente equipado para que lo utilicen los vecinos del pueblo. «Está abierto para todos. Solo tienen que pedir la llave», puntualizó Enrique Álvarez.
