El enduro extremo concentró en A Rúa a cerca de un centenar de personas entre pilotos y aficionados a este deporte.

Fin de semana intenso, en el que las motocicletas «poblaron» y exhibieron la destreza de sus pilotos ante un público dominado por la expectación.
Los motores de las motos «rugieron».

Los participantes llegaron de diversos rincones de toda la geografía española y el país vecino de Portugal.

El exterior de la Cooperativa Virxe das Viñas se convirtió en el circuito técnico para las pruebas mientras que la ruta en contacto con el monte discurrió por Fontei, Vilela, San Julián, Somoza y el Mirador del Barranco Rubio.

Este evento deportivo estuvo organizado por Ramiro Folla y Paulo Moreira, este último responsable de la Copa Ibérica.

Contó con la colaboración de la Asociación Sabugueiro, el Concello de A Rúa y la Diputación de Ourense.

En esta cita con el enduro hubo un amplio despligue de Protección Civil. Participaron las agrupaciones de A Rúa —seis voluntarios—, Petín —cinco—, Vilamartín —seis— y Manzaneda —tres—.

A Rúa se proyectó así a través de mucha rueda, motor, motos y el enduro más duro.
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