Durante el «MIR-0» los estudiantes “rotarán” por los servicios hospitalarios y de atención primaria
El gerente del área Sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras, Félix Rubial, acompañado del presidente de la Comisión de Docencia, Jesús García Mata, dieron la bienvenida a 24 alumnos y alumnas de sexto de Medicina, de la Universidad de Santiago de Compostela, que eligieron los centros públicos de Ourense para realizar el “rotatorio” últimas prácticas clínicas previas su graduación como médicos. Entre el alumnado está Ana Estévez González, de O Barco de Valdeorras.
Ana Estévez inicia sus prácticas en la especialidad de oncología. Eligió el Área Sanitaria de Ourense por proximidad y, al mismo tiempo, guiada por la experiencia de otras personas que valoraron muy positivamente la docencia aquí.
«Espero que sea muy práctico, aprender y ver qué especialidad me gusta más, además del trato con el paciente», expresó
Pedro Manuel Segovia, de Venezuela, comienza hoy en psiquiatría. Tiene claro que le gustan las especialidades quirúrgicas “operar, pasar consulta, atender urgencias… son especialidades que tienen un poco de todo lo que me parece muy interesante” dice.
Por su parte, Nazareth Vázquez, ourensana de Vistahermosa, con una positiva experiencia en dos años de prácticas de verano en los servicios de Cardiología y Digestivo, en los que valora especialmente la atención y dedicación de los tutores y las mayores posibilidades formativas de Ourense, destaca el grado de comunicación de ambos servicios, por lo que se inclina por ellos para hacer su futura especialidad: “Estuve muy contenta en los dos y aprendí muchísimo” dice.
Durante estas prácticas, denominadas coloquialmente MIR-0, los estudiantes de Ourense “rotarán” por los servicios básicos, tanto hospitalarios como de atención primaria, a lo largo de 29 semanas, siempre acompañados de un tutor, que los guiará y los evaluará de manera continuada, realizando además, al final de la rotación en cada servicio, un examen de casos clínicos.
El objetivo es conseguir el nivel de competencia preciso para el ejercicio de la medicina, de dominio de los conocimientos y habilidades manuales; reconocimiento de problemas; selección de las pruebas complementarias la cada proceso; juicio clínico y prescripción de tratamiento racional, además de otras habilidades, no menos importantes, como reconocer aspectos psicológicos o sociales que afectan al enfermo -aplicando principios éticos como el respeto por el paciente- y la adecuada comunicación y relación con el paciente y sus familiares.
A las puertas del examen MIR, para los alumnos y alumnas este período supone también una oportunidad para ahondar en las distintas especialidades y su día a día en la práctica, sirviendo esta “inmersión” muchas veces para decidir que especialidad o especialidades le gustan más.
