Esta profesional de O Barco considera que hay que promover la salud mental incluso desde el ámbito de la educación
El 10 de octubre se celebra el Día Internacional de la Salud Mental, una fecha clave para visibilizar la importancia del bienestar emocional y romper con los estigmas que aún lo rodean. Este día sirve como recordatorio de que, aunque la salud mental ha ganado mayor atención en los últimos años, todavía queda mucho por hacer para que se le dé el lugar que merece en la sociedad. Con motivo de esta fecha, entrevistamos a Yolanda León Ferrero, psicóloga de O Barco, quien comparte sus reflexiones sobre la importancia de este día y los desafíos más comunes en torno a la salud mental.
Valdeorras de Cerca: ¿Por qué es importante conmemorar el Día Internacional de la Salud Mental?
El día internacional de la salud mental merece tener su cabida y reconocimiento, ya que su conmemoración surgió gracias a que un colectivo de personas, que en su momento fue minoritario, comenzó a reivindicar las carencias respecto al lugar que ocupaba la salud mental en la sociedad. El 10 de octubre supone el recordatorio de que algún día este aspecto fundamental de la salud no fue valorado e incluso fue objeto de estigmatización y ridiculización. Por ello, es vital seguir priorizando la salud mental.
Además, darle visibilidad a este día, puede representar un rayo de luz para quienes estén atravesando momentos difíciles a nivel emocional. Para estas personas, encontrar validación en quienes han pasado experiencias similares o que simplemente validen y arrojen visibilidad sobre la importancia de la misma, puede significar un antes y un después en la manera en la que perciben su mundo emocional.
Si bien debemos seguir trabajando para que no sea exclusivamente en fechas conmemorativas cuando se visibilice y valide la salud mental, es innegable que este tipo de recordatorios ayudan a sensibilizar a más personas, tal y como hemos visto en los últimos años.
En mi opinión, la importancia de este día radica en que, a través de la conciencia social, se aumenta la probabilidad de que quienes están experimentando momentos de desregulación, desesperación o tristeza se encuentren con una comunidad validante y acogedora, que ayude a que su dolor pueda ser vivido desde un lugar de acogida y calidez y no desde la soledad e incomprensión.
Valdeorras de Cerca: ¿Cuáles son los problemas de salud mental más comunes que afectan a la población hoy en día?
En base a mi experiencia profesional he podido observar un denominador común en las problemáticas que sufren las personas. Vivimos en una sociedad que nos ofrece numerosos medios para obtener refuerzos inmediatos, lo que facilita enormemente la posibilidad de distraernos y desconectarnos de nuestro mundo emocional. Ante cualquier señal incómoda en nuestro cuerpo, encontramos la tentadora solución de evadirnos a través de redes sociales o con una serie que nos ayudará a no pensar. Aunque como herramienta complementaria esto puede ser muy útil, cuando se convierten en nuestra única manera de autorregularnos, esto puede terminar por agravar el problema.
Es decir, aunque evitemos nuestras emociones, la ansiedad, la tristeza, así como muchas otras continúan ahí, acumulándose en un “pequeño armario” que nunca abrimos. Con el tiempo, estas emociones reaparecen, haciéndose oír de manera más abrupta y con el
hándicap de que no nos hemos acostumbrado a lidiar con ellas. Por tanto, nuestro cerebro se alerta ante las mismas y terminamos entrando en espirales de ansiedad o tristeza de los que nos sentimos incapaces de salir.
Desde mi perspectiva, los problemas más comunes a los que se enfrenta la sociedad son los síntomas ansiosos o depresivos, presentes en mayor o menor grado. Siendo necesario recalcar que el verdadero problema no reside en las emociones en sí mismas, sino en las estrategias que hemos adoptado para enfrentarlas a lo largo de nuestra vida.
Señales que alertan de problemas en la salud mental
Valdeorras de Cerca: ¿Qué señales tempranas suelen indicar la presencia de un problema?
Para ser más precisos, al hablar de los indicadores de un problema es importante diferenciarlos en función de los distintos diagnósticos en salud mental, pues no serán las mismas las señales en un trastorno depresivo que las relacionadas con un trastorno obsesivo-compulsivo o de ansiedad. Sin embargo, a nivel general, sí podemos identificar aquellas más significativas que podrían sugerir que una persona está atravesando un momento difícil.
En primer lugar, una de las señales más comunes podría ser una apatía o distanciamiento emocional. La persona puede comenzar a sentirse desmotivada, dejar de salir o sin interés hacia las actividades que antes disfrutaba. Puede que haya cambios en el estado
de ánimo, una tendencia a la irritabilidad, tristeza o ansiedad sin una causa aparente. A veces las personas refieren sentir una especie de malestar constante, una inquietud que no saben cómo describir, pero que está presente en su día a día.
Otra señal importante es la dificultad para concentrarse o para recordar cosas del día a día, así como cambios en los hábitos de sueño o alimentación. Tal vez duerma mucho más de lo habitual, o por el contrario, le cuesta conciliar el sueño. Lo mismo ocurre con
la alimentación: algunos pueden perder el apetito, mientras que otros comen en mayor cantidad que antes.
Además, algo que suele pasar desapercibido son los síntomas físicos, como la caída del cabello, problemas gastrointestinales y afecciones dermatológicas, entre otros.
Cuando estos síntomas se presentan tras un período de estrés elevado, pueden ser el resultado de la combinación entre la intensidad de las emociones y la dificultad para gestionarlas. En estos casos, la persona tiende a somatizar, lo que significa que su cuerpo expresa lo que
no se está procesando emocionalmente. Por lo tanto, el enfoque del tratamiento no debería limitarse solo a lo físico, sino también el emocional.
En resumen, cuando empezamos a notar que algo en nuestro día a día no fluye como solía hacerlo, es fundamental detenernos y observar estos indicios, ya que son las primeras pistas de que algo en nuestro bienestar emocional requiere atención.
Estrategias para cuidar la salud mental
Valdeorras de Cerca: ¿Qué estrategias podemos implementar en nuestro día a día para cuidar nuestra salud mental?
Tal como se ha mencionado anteriormente, cuidar de nuestra salud mental es fundamental para mantener un buen equilibrio emocional, y podemos implementar varias estrategias sencillas en nuestra vida diaria para lograrlo. Algunas de estas son:
- Dedicar tiempo a actividades gratificantes: Es importante reservar momentos a lo largo de la semana para realizar actividades que nos gusten. Estas actividades favorecen la aparición de emociones agradables y nos ayudan a conectarnos con nosotros mismos, generando bienestar.
- Practicar la auto-compasión: Ser amables con nosotros mismos cuando atravesamos momentos difíciles es clave para mantener una buena salud mental. Debemos evitar el autojuicio y tratarnos con el mismo respeto y cuidado que ofreceríamos a alguien querido.
- Conectar con otros: Mantener relaciones cercanas y de confianza con amigos y familiares es crucial. En estos espacios de conexión podemos compartir cómo nos sentimos y recibir apoyo, lo que facilita una mejor gestión de nuestras emociones y dificultades.
- Realizar actividad física regularmente: El ejercicio físico beneficia tanto al cuerpo como a la mente. Actividades como caminar, hacer yoga o practicar cualquier ejercicio que disfrutemos, liberan endorfinas, mejoran nuestro estado de ánimo y reducen la ansiedad.
- Dedicar tiempo a observar nuestro interior: La rutina diaria puede desconectarnos de nuestro mundo interno. Es importante prestar atención a nuestras emociones, tanto agradables como desagradables, para poder procesarlas y comprenderlas. Esto nos ayuda a integrar nuestras experiencias de manera saludable.
- Estar presentes en el momento (mindfulness): Practicar la atención plena o mindfulness nos ayuda a conectarnos con el presente. Aunque al principio pueda parecer complicado, dirigir nuestra atención a lo que estamos haciendo en momentos cotidianos —como cocinar, pasear o compartir con una persona querida— nos ayuda a conectar con emociones agradables o neutras y nos aleja del piloto automático que implica la rutina.
El impacto de las redes sociales en la salud mental
V de Cerca: En los últimos años, se ha hablado mucho del impacto de las redes sociales en la salud mental. ¿Qué opina sobre este tema?
El impacto de las redes sociales en la salud mental es un tema cada vez más relevante. Tal como se explicó anteriormente, las redes sociales nos ofrecen una vía fácil para evadirnos y desconectarnos de nuestras emociones, lo que puede agravar problemas de ansiedad y depresión al evitar que confrontemos nuestras emociones de manera saludable. Sin embargo, además de este efecto en la autorregulación emocional, las redes sociales también tienen un impacto significativo en la identidad y autoestima.
En muchos casos, las personas tienden a comparar su vida con las versiones idealizadas que ven en las redes sociales, lo que puede generar sentimientos de insuficiencia, inseguridad y baja autoestima. La constante exposición a imágenes de vidas «perfectas» puede llevar a que sientan que no están a la altura, lo que incrementa la insatisfacción personal.
Nuestro propio cerebro siempre está en busca del equilibrio, si estamos sintiendo insuficiencia e inseguridad, este buscará la forma de neutralizar dichas emociones y una manera de hacerlo es a través del número de la focalización en el número de «me gusta» que recibimos en nuestras publicaciones y las sensaciones asociadas. Esto puede derivar en que la opinión externa se convierta en el principal indicador de nuestra valía, desplazando así nuestra propia percepción y criterio.
Si bien todo lo descrito anteriormente contribuye al mantenimiento del problema, querría destacar que las redes sociales son consecuencia y reflejo de la sociedad en la que vivimos, una sociedad competitiva en la que no solo se premia el éxito si no que se castiga el “fracaso”. Nuestro cerebro ha ido aprendiendo esto desde que somos pequeños, por tanto, cabe esperar que en una gran comunidad como son las redes sociales la tendencia sea mostrar las partes de nuestra vida que consideramos más atractivas e incluso mejorarlas y no las que vayan a ser objeto de juicios y críticas.
V de Cerca: ¿Cómo podemos luchar contra el estigma que rodea los problemas de salud mental?
Principalmente, deberíamos revisarnos a nosotros mismos y evaluar cuales de los prejuicios que sentaron base en la sociedad a lo largo de los años todavía forman parte de nuestro sistema de creencias. Si hacemos esto, podremos cuidar en nuestra comunicación
los juicios hacia las personas con problemas de salud mental y favorecer el planteamiento de nuevas perspectivas de pensamiento en las personas que nos rodean.
Además, es fundamental que la educación, desde los primeros años, no solo se centre en materias como matemáticas o física, sino que también promueva el conocimiento sobre la salud mental. Esto no solo debería abordarse desde asignaturas específicas, sino
también a través de las interacciones y conductas de los profesores, quienes pueden contribuir a crear un ambiente donde se normalice y se acepte la salud mental como parte de la vida cotidiana. Cuanto más informada esté la sociedad sobre los trastornos mentales y sus causas, menor será el espacio para los prejuicios y malentendidos. De esta manera, se favorecerán las conversaciones abiertas sobre estos temas.
Cuando hablamos abiertamente sobre las dificultades emocionales que experimentamos, no solo ayudamos a que quienes identifican sus propios desafíos se sientan menos aislados y más comprendidos, sino que también enseñamos a aquellos que, en ese momento, no creen tener problemas emocionales a reconocer y normalizar emociones básicas como la tristeza y la ansiedad. Esto facilita una mejor acogida de estas emociones, lo que a su vez reduce la probabilidad de que terminen convirtiéndose en la fuente de un malestar mayor.
«Buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino un paso hacia la sanación»
V de Cerca: ¿Qué cambios ha observado en la sociedad respecto a la importancia que se le da a la salud mental en los últimos años?
A pesar de todos los focos de mejora que he ido nombrando en los párrafos anteriores, es necesario dedicar un espacio a reforzar el cambio de paradigma que se ha dado en los últimos años acerca de la salud mental. Hemos pasado de etiquetar de “neuróticas” a las personas que experimentan sus emociones de inquietud o preocupación de forma abierta a comprender que son emociones que todos experimentamos y que en derivación a una confluencia de factores esas personas han desarrollado dificultades a la hora de regularse.
Cada vez son más las personas que dejan de asumir que tienen que vivir con malestar emocional, que dejan de creer que la lucha contra si mismos es el único camino y que deciden abrirse paso al autoconocimiento y a la reconciliación con las distintas partes de si mismos que algún día se decidió que debían de ser reprimidas.
Un factor crucial en este cambio ha sido un mayor acceso a información sobre salud mental a través de plataformas digitales, redes sociales y campañas de concienciación pública. Estos medios han permitido que más personas tengan herramientas para identificar sus emociones, normalizarlas y buscar apoyo profesional cuando sea necesario, contribuyendo a la creciente importancia que la sociedad le da al bienestar emocional.
En resumen, este cambio no solo ha permitido que se reduzca el estigma en torno a los problemas de salud mental, sino que también ha fomentado una cultura de apoyo y empatía. Ahora más que nunca, las personas son conscientes de que buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino un paso hacia la sanación y el crecimiento personal. En este nuevo paradigma, la salud mental se considera una parte esencial del bienestar integral.
Un mensaje para luchar contra los problemas de salud mental
V de Cerca: Para finalizar, ¿qué mensaje le daría a las personas que están luchando con problemas de salud mental o a quienes buscan ayudar a los que los sufren?
Para la persona que esté luchando con un problema de salud mental: Se que estás pasando por un momento difícil, es posible que te sientas perdida, desesperanzada e incluso enfadada contigo misma. Comprendo que te sientas así, cuando las emociones empiezan a manifestarse de maneras inesperadas tiene sentido que aparezcan todos esos sentimientos. Tal vez haya personas a tu alrededor que no comprendan lo que te pasa y muchas veces te sientas sola e incomprendida, es difícil lidiar con eso y le mando toda mi comprensión y presencia a esas partes de ti que no se sienten aceptadas.
Hoy en estas líneas quiero ofrecerte esperanza; puedes sanar a esas partes que sufren y cargan con dolor, puedes reconciliarte con esas partes de ti ansiosas o con desesperanza que no encuentran otra manera de hacerse oír. Con la ayuda terapéutica necesaria, podrás llegar a vivir desde otro lugar tus emociones, tanto las asociadas a experiencias pasadas dolorosas como las que sientes en el día a día. Con dedicación, no solo podrás volver a reencontrarte con la persona que eras antes, si no que será una versión renovada de ti, reconciliada y en equilibro con tu mundo interno.
Para la persona que quiera ayudar a quien está viviendo un problema de salud mental. En primer lugar, quiero agradecer tu interés en ayudar a alguien que está sufriendo, por querer ser parte de su proceso de dolor y apoyarle a encontrar el camino hacia su equilibrio. Cuando estamos vulnerables, sentir que las personas a nuestro alrededor se involucran con nosotros es, en sí mismo, algo sanador. Ya no enfrentamos el dolor y la tristeza en soledad, sino que podemos sentir la calidez y el apoyo de quienes nos importan, sirviendo de colchón para nuestra emoción.
Si tuviera que darte un consejo, sería este: es común querer ofrecer soluciones cuando vemos a alguien sufrir, tratar de hacer razonar a quien está en malestar. Aunque esto a veces puede ser útil, es importante recordar que, cuando estamos ante un problema emocional, lo más reparador es simplemente estar presente para la persona, sin intentar reprimir sus emociones. Nuestro sistema nervioso tiene mecanismos naturales para procesar las emociones, y el solo hecho de estar presente, acompañando y comprendiendo, puede facilitar que el sistema haga su trabajo. La persona no solo se sentirá mejor, sino también aceptada, lo que le permitirá integrar esa sensación de
aceptación en su mundo interior y contribuir al equilibrio.
Vivimos en una sociedad que nos empuja a actuar, a razonar, a buscar soluciones y enfrentarnos a los desafíos de la vida con rapidez. Sin embargo, en este afán por resolver, a menudo olvidamos lo más esencial: La presencia, la aceptación y la comprensión hacia las particularidades de la persona que tenemos frente a nosotros. A veces, lo mejor que que podemos ofrecer no es una solución, sino nuestra atención plena, nuestra compañía sincera y la seguridad de que no tienen que enfrentar su dolor en soledad.
(Entrevista realizada por Álex Lorenzo)
