Xabier Vázquez Pumariño: «El lobo es imprescindible para un ecosistema sano»

Xabier Vázquez Pumariño, biólogo gallego
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El lobo es una especie tan odiada como venerada, si bien ha existido siempre una  tendencia a demonizarlo. En los últimos días ha vuelto a saltar a la actualidad, «acusado» en este caso de de causar la muerte a una veintena de ovejas y corderos en O Barco, cerca del polígono industrial de A Raña.

Sin embargo, esta especie está considerada por los expertos en la materia como «imprescindible para mantener un ecosistema sano». Así lo dice Xabier Vázquez Pumariño, biólogo gallego y miembro de la junta directiva de la «Asociación para la conservación y estudio del lobo ibérico (ASCEL)», un colectivo que profundiza en el conocimiento de la especie y su divulgación para facilitar la coexistencia entre humanos y lobos.

Xabier Vázquez Pumariño destaca que el lobo es una especie fascinante, que el «cuento del lobo no es como nos lo han contado» y que la caza no es la solución a los ataques de los lobos, entre otras cosas porque rompe la estructura de los grupos, los debilita y se ven abocados a las presas domésticas.

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El lobo ha sido demonizado muchas veces, ¿cuál es su papel en el medio ambiente?

Es fundamental. Juega múltiples y determinantes roles en el medio natural. Hay que considerar que es un depredador apical por lo que modela toda la cadena trófica, es lo que se conoce como cascadas tróficas. Los ecosistemas donde se han eliminado los depredadores apicales sufren una desestructuración de consecuencias imprevisibles. En determinados lugares incluso se ha asociado con la menor fijación de CO2 atmosférico debido a la destrucción de la vegetación por una excesiva presencia de herbívoros, mayor erosión, cambios en los ecosistemas, disminución neta de riqueza (número de especies) etc. Recientemente, en España se ha constatado que en determinadas áreas del Sur donde no hay lobos la incidencia de la tuberculosis en herbívoros silvestres y domésticos es altísima, al contrario que en el Norte donde si hay y actúan como un control sanitario. Es un ejemplo más, pero debería hacernos reflexionar sobre la importancia de mantener ecosistemas sanos y para ello el lobo es imprescindible.

Muchas veces se habla de perros asilvestrados. Esto genera confusión en la población, ¿realmente existen?

Sí, claro. Incluso podemos señalar que hay perros plenamente asilvestrados, sin contacto con personas, que se pueden organizar en grupos y otros perros con collar, nombre y dueños concretos que emprenden correrías por los alrededores, momentos en los que pueden matar animales tanto silvestres como domésticos. Por ejemplo, en el Reino Unido donde no hay lobos desde haces siglos, el gasto anual ocasionado en la ganadería  es de 1,3 millones de libras por la muerte de 15.000 ovejas.  Por esa razón, cuando aparece ganado muerto, en rigor, hay que hablar de cánidos, no sólo de lobos.

En los últimos años ¿ha aumentado la población de lobos en la provincia de Ourense, y más concretamente en Valdeorras, A Veiga, O Bolo, Viana…?

Los incrementos o regresiones de las poblaciones de cualquier especie, en general y del lobo en particular, solo podemos valorarlos dependiendo de cuando pongamos la fecha de referencia. No hay datos fiables históricos de la población de Ourense. Es decir, sabemos que el lobo se distribuía por toda ella en el pasado y, casi, también a día de hoy, pero no hay datos lejanos de su número. En los últimos años parece que la tendencia sería cierta estabilidad.

Ilustración de Irbis Manul

(En la imagen una ilustración de Irbis Manul, ilustrador de Alcalá de Henares de destacada trayectoria, centrada principalmente en la ilustración y pintura de la naturaleza para promover su conservación. Su trabajo se puede observar en irbismanul.blogspot.com)

¿Es una especie en peligro de extinción?

Para valorar si está en peligro de extinción hay que considerar no sólo los números totales sino su variabilidad genética, por ejemplo, la conectividad entre poblaciones, disponibilidad de hábitats, etc. En el caso del lobo hay que saber cuál es la población total respecto a la población efectiva; quiere esto decir que de todos los individuos existentes sólo se reproduce la pareja dominante de cada grupo por lo que la población efectiva es más pequeña que la total. A la vista de esto, el lobo no está fuera de peligro y diversos factores pueden hacer que sus poblaciones entren en un punto de difícil retorno. Si a esto le unimos la mortalidad no natural (caza legal, caza ilegal, atropellos etc.) su situación no es buena.

Recientemente, cazadores y ganaderos de Valdeorras afirman que se acercan hasta núcleos urbanos ¿Podría tener esto  su origen en la falta de alimento?

Una simple observación, o varias —suponiendo que sean veraces—, por parte de un colectivo con intereses concretos, en este caso, en matar lobos, no es un dato ni objetivo ni desde luego científico.  Por otra parte, en un ambiente como el europeo, donde hay poblaciones por doquier, lo normal es que la fauna esté próxima a esos núcleos de población. Es decir, no es un fenómeno ni siquiera reseñable. A estos factores estructurales hay que añadir cuestiones coyunturales: a día de hoy los núcleos de población del rural carecen de población respecto a hace apenas unas décadas, no hay personas circulando apenas, menos perros en las casas, etc. por lo que no debe extrañar que la fauna esté próxima. Habría que añadir que justo alrededor de las viviendas no se caza. Lo de falta de alimento es una especulación sin más.

Ha aparecido alguna vaca muerta que estaba preñada en la zona de O Bolo, ¿esto podría ser obra del lobo o de los citados perros asilvestrados?

Una vaca en régimen extensivo muerta en el monte no es noticia en absoluto. De hecho, el tipo de explotación en extensivo que hay hoy en día no tiene mucho que ver con el de hace un par de décadas, por ejemplo. Los animales permanecen solos mucho tiempo en el monte a merced de inclemencias meteorológicas, enfermedades etc., así que las causas de muerte pueden ser múltiples. Una vez muerta pueden ser carroñeadas por perros, lobos, zorros, buitres.  Incluso podemos pensar en animales extremadamente debilitados que pueden ser atacados por cualquier cánido.  La realidad es compleja, simplificar no tiene realmente sentido.

El lobo ha sido a lo largo de la historia tan odiado como adorado…¿Hay alguna política de protección del lobo?

Realmente no. Existen planes de “gestión” que se limitan a contemplar ayudas a los ganaderos y determinar cuándo y dónde se pueden matar lobos, es decir,lo contrario de protegerlos.  Una cosa grave a considerar es que incluso en los espacios naturales protegidos que gozan del (teórico) mayor nivel de protección se pueden matar lobos.

Un lobo en la comarca de Valdeorras

¿Cuáles son los objetivos de ASCEL. Está desarrollando la asociación algún proyecto sobre el lobo?

Como dice el nombre de la asociación, es la conservación y el estudio del lobo ibérico. La reflexión que hacemos es que de los grandes depredadores apicales existentes en España es el lobo el único que no sólo no goza de un estatus de protección real sino que es perseguido con mentalidad medieval. Queremos revertir esa situación. Actualmente mantenemos una línea de defensa jurídica de la especie en múltiples frentes que es un trabajo arduo y quizás no muy atractivo pero que está demostrándose eficaz. Además, mantenemos líneas de difusión y concienciación sobre la especie.

¿Como biólogo, que diría sobre esta especie y cuál es su consejo o recomendación?

Que es fascinante, no sólo como especie tomada aisladamente sino como pieza fundamental en los ecosistemas. La mera presencia del lobo en un paisaje cambia la percepción que tenemos de ese lugar. Nos remonta a un mundo que aún merece la pena ser vivido y admirado. Mi recomendación es acercarse a conocer que es un lobo, qué papel cumple en los ecosistemas, cómo vive, como es su vida social, sus desplazamientos, su capacidad de adaptación.  Descubriríamos que generalmente el cuento no es como nos lo han contado y al mismo tiempo entenderíamos por qué nos han contado ese cuento, porque posiblemente sea el único rival que tiene el ser humano en nuestras latitudes, de ahí, además, su importancia en todas las culturas de los pueblos del hemisferio norte.

¿Que mensaje destacaría para concluir esta entrevista?

Destacaría algún hecho poco conocido. Cuando desde algunos sectores se aboga por la caza de lobos como solución para parar presuntos ataques hay que saber que en realidad es peor. Los grupos estructurados y sanos de poblaciones estables prefieren presas silvestres. El ganado doméstico es en realidad un último recurso. Si matamos lobos lo que hacemos es desestructurar a los grupos, se hacen  más débiles o se desintegran, por lo que los individuos que quedan se ven abocados a dirigirse a las presas domésticas. Esto se ha comprobado no sólo en Estados Unidos por ejemplo sino también en España en diferentes proyectos que han dado lugar a publicaciones científicas.