Vedo, cerrajero las 24 horas: «la cerrajería avanza, ya hay llaves virtuales»

Publicidad

Alberto Fernández Vedo, además de dedicarse a puertas y cerraduras, está especializado en reparación de calzado y afila cuchillos

Alberto Fernández Vedo abrió su establecimiento Vedo, en la Praza do Príncipe de O Barco, hace 17 años. Tomó el relevo de la paulatina desaparición del oficio de zapatero, dedicándose a la reparación de calzado. Al mismo tiempo, fue uno de los pioneros en el sector de la cerrajería —especializándose en cerraduras y llaves— y dejó espacio para otra tradición: el afilado de cuchillos. Vedo oferta así tres antiguos oficios donde hoy la «estrella» es la cerrajería.

Alberto Fernández Vedo ha reparado miles de pares de zapatos. Inició su actividad como una salida profesional, si bien es cierto que cuando era pequeño, cada vez que iba al colegio, pasaba por delante de un zapatero que le llamaba la atención. Con el tiempo, conoció a una persona que se dedicaba a este oficio, con el que hizo amistad y del que aprendió. Así se decantó por esta actividad.

La cerrajería acapara la mayor parte de su larga jornada laboral, incluso, de madrugada. Mantiene el servicio durante las 24 horas. La emergencia en la apertura de puertas es el pan de cada día, día y noche. También, la seguridad del hogar. De una buena cerradura depende ahorrarse disgustos, es decir, la prevención de robos.

Publicidad

Vedo está constantemente actualizándose en cerrajería, un mundo que «cada vez cuenta con más avances tecnológicos», señala. Tal es así que sus escasas vacaciones anuales las dedica a viajar a empresas del sector en España para hacerse con las novedades. Lo último, ahora, son las «llaves virtuasl», un sistema que en Valdeorras aún no tiene implantación por aquello de que la mayoría sigue apostando por sistemas convencionales y tradicionales. La finalidad del buen cerrajero es proporcionar seguridad a los hogares con cerrojos, cerraduras y llaves. Y Vedo lo consigue.

Alberto Fernández Vedo es de O Barco y su proyecto pasa por la continuidad. Nos cuenta todos los detalles y curiosidades de sus tres oficios

¿Cómo ha evolucionado la reparación del calzado?

Antiguamente en todos los pueblos había zapateros, pero fueron jubilándose y, a su vez, desapareciendo. En este momento, el calzado evolucionó y la reparación cada vez va menos. A excepción de gente que valora tener calzado de calidad, hoy se puede comprar calzado por debajo del valor de una reparación y ésta ya no tiene mucho sentido.

¿Es un tipo de artesanía?

Ahora ya no es tanta artesanía porque el calzado se fabrica con otros materiales. Sí es verdad que todavía hay calzado que se fabrica como antiguamente y la reparación tiene que ser artesanal, con materiales nobles, pero la mayoría de las reparaciones son de calzado de material sintético, suele ser pegado etc.

¿La crisis sanitaria provocó más demanda de reparación de calzado?

No. Ni en esta crisis, ni en la anterior de 2008. Quedarse sólo con el calzado sería verse abocado al fracaso. Hay días que no es rentable. Es un complemento. Pero soy una persona obstinada y voy a seguir con las reparaciones.

No es la primera vez que llega una ceremonia y los zapatos están en tu taller

Sí. Tengo muchas anécdotas. Desde personas que deja unos zapatos para arreglar para una boda y te llama el domingo por la mañana para dárselo; hasta que se rompa un tacón en una boda y te llamen para arreglarlo. O que simplemente, que se olvidaron de recoger los zapatos para la ceremonia.

La cerrajería es el «punto fuerte» de Vedo, ¿cada vez hay más novedades?

Sí. Aquí estamos en el «tercer mundo» de la cerrajería. Cuando ya hay controles de acceso a viviendas y portales con el móvil, aquí aún estamos usando llaves de las antiguas de gorka. A la gente le cuesta entender que la cerrajería avanza. Por eso aquí se trabajan más los sistemas tradicionales. Esto se traduce en que hay que emplear mucho más tiempo. No es como en una ciudad que buena parte del trabajo ya se hace desde una oficina.

El servicio de cerrajería de Vedo es de 24 horas

Sí. Existe el mito de que los cerrajeros cobramos en exceso. Pero no es así. Que en menos de una hora te solucionen el problema, día y noche, eso no tiene precio. En cerrajería lo que compras realmente es tiempo. La gente tiene que mentalizarse de que con una mínima inversión en cerrajería se puede vivir con mayor seguridad y tranquilidad

¿Existe la seguridad cien por cien en una cerradura?

No hay nada que no se pueda abrir, ni lo más sofisticado. Hay que pensar que mientras los ingenieros que diseñan una cerradura, otros ya buscan como abrirla. La clave está en cómo dificultar la entrada a los amigos de lo ajeno para que estos desistan. Si tienes una mínima medida de seguridad, con una mínima inversión, estarás defendiendo tu propiedad y tranquilidad.

Es muy importante una buena cerradura

Alguna gente se gasta un dinero considerable en una puerta acorazada y después no piensa en la cerradura. Al final la puerta la cierra un cilindro, que es donde hay que hacer la inversión. A partir de 80 euros ya hay sistemas muy aceptables. También existe la alternativa de un cerrojo, que también es muy efectivo.

¿Qué es lo más demandado?

Los cerrojos es lo más demandado y en relación calidad-precio, la mejor opción. También los hay invisibles, que van dentro de la puerta, con un mando a distancia. En este último caso los recomiendo menos porque funcionan con alimentación, mediante baterías, y la gente se despista y se olvida de reponerlas. Si hay que hacer una apertura sobre un cerrojo invisible hay que causar daños a la puerta. Yo recomiendo cerrojos normales. El que vaya a intentar robar, ya no lo intenta porque lo ve físicamente.

¿Y la llave magnética, cómo funciona?

Es parecida a un mando a distancia, pero no lo es. Cada llave se puede personalizar. Lo estamos colocando mucho en portales. Lo bueno es que si se pierde, la persona nos llama por teléfono y se anula el código y que inutilizada. Hay edificios con tres puertas en el portal y un montón de viviendas. Y se pueden abrir todas con la misma llave. En domicilios aún no se coloca porque a la gente le cuesta cambiar la mentalidad y opta por sistemas tradicionales.

¿Qué es lo último ahora mismo?

Las llaves virtuales. Lo último es una llave que «se cuelga en la nube«, mediante internet. Imaginemos que vamos de viaje y encargamos a otra persona que nos cuide las plantas. Se genera una llave virtual para esa persona, que podrá abrir la casa en la franja horaria y día que programemos. Funcionan mediante programas que se descargan en el móvil. Esto ya no es una llave física. Si pierdes el móvil, pierdes la llave. Pero puede estar generada para varias personas. No se necesita ir a casa, se puede abrir de forma remota desde cualquier parte del mundo.

¿Hay demanda de llaves virtuales?

No, por la misma razón: la gente es reacia a incorporar las nuevas tecnologías. Pero las tengo. No vale mucho más que una cerradura de alta gama, entre 200 y 500 euros dependiendo de la calidad.

¿La seguridad a través de la cerrajería resulta cara?

Para nada. Hay cilindros de todos los precios y la gama media alta está entre 50 y 100 euros. Y de aquí en adelante. Por 80 euros ya hay cilindros con apertura complicada.

Como cerrajero abres puertas todos los días

Sí. Por ejemplo, un caso muy reciente, el de un matrimonio que no podía salir de su casa porque se le rompió la llave. O el caso de no poder abrir una puerta donde están guardados los medicamentos. Olvidarse dentro las llaves etc. Eso sí, esperan 15 minutos por reloj para la solución del problema. La respuesta es muy ágil y rápida.

¿Te han llamado para aperturas por fallecidos en el interior de viviendas?

Sí, por desgracia hay personas que fallecen en casa. Es triste. No es agradable. Pero también es verdad que hay un protocolo del que no te sales. Es decir, abro la puerta, sin más. A no ser que en lugar de ser la autoridad pertinente, te solicite el servicio un familiar. Entonces ahí no te queda más remedio que asistir a ello. Nunca te acostumbras. Y una cosa es ver a un difunto en un tanatorio y otra ver las circunstancias en las que se produce el deceso.

Perseverante, con ideas claras y ganas, ¿qué recomiendas a alguien que quiera emprender?

Yo pensé en este negocio. Pero primero me informé. Un tipo de cerrajería puede funcionar en una ciudad, aquí no y a la inversa. Lo importante antes de embarcarte en una actividad es saber cómo hay que orientar el negocio y después, triunfar o fracasar. Siempre hay que asumir el riesgo.

En tu caso, ¿has dado en el clavo?

Yo estoy muy contento y encantado con la clientela. A nivel personal tienes satisfacciones. En mi trabajo como cerrajero también ayudas también a la gente y me gusta que queden contentos.

¿Cuál es la parte más amable de la actividad de Vedo?

Estar en contacto con los vecinos. Muchas veces el trabajo que se hace es reconocido. Hay muchas personas mayores, viviendo solas. A veces, ocurren accidentes, tienes que ir a abrir la puerta porque se han caído y le puedes echar una mano, independientemente de que cobres. Hay un componente también social.

Vedo trabaja no sólo en O Barco sino más allá de las fronteras de Valdeorras

Sí, incluso El Bierzo, Villafranca y Ponferrada o la parte de Lugo, a veces inasumible por exceso de carga de trabajo. Insisto en que estoy muy contento con la clientela.

Rescataste la figura del afilador y afilas cuchillos y tijeras, ¿todavía se siguen afilando?

Se siguen afilando, pero menos. Principalmente, en la época de matanzas. Es un complemento. El mejor afilador que hubo en O Barco se llamaba Servando, de San Roque. Tengo que reconocer que la técnica no es la misma que la de los afiladores tradicionales, que invertían tiempo y su forma especial de hacerlo. Estamos mecanizados y posiblemente no sea mejor que el afilado tradicional. Pero el servicio está aquí.

Desde 2003 la actividad de Vedo ha sido incesante

He reparado miles de pares de zapatos, muchos. Tengo un empleado, Jose, que ya trabaja mejor que yo y trabajo y trabajo con autónomos. Por ejemplo, tengo máquina de coser porque el calzado precisa costuras, reparar mochilas, bolsos y aquí recurro a profesionales de la costura.

¿Cuál es tu proyecto?

Mi proyecto es la continuidad, profesionalidad y precios competitivos.

Eres de O Barco pero vives en San Pedro de Trones (León),

Trabajo 12 o 15 horas al día. Hay días que apenas puedo parar a comer. Vivo por decisión propia en San Pedro de Trones. Tiene sus sacrificios porque hago sólo en viajes de ir y volver a casa unos 100 kilómetros al día. Decidí que mis hijos tuviesen una vida como la que yo tuve. En San Pedro puedes salir a la calle en pijama o en zapatillas y tiene todos los servicios. Eso es calidad de vida. Eso no significa que no quiera a mi tierra. Soy de O Barco.

(Le suena el teléfono más de 80 veces al día. Alberto Fernández Vedo atiende personalmente cada llamada y no emplea whatsapp para sus servicios: «Viene bien para que te digan dónde hay que ir y darte por enterado», dice con humor. Le apasiona la cerrajería y está las 24 horas de los 365 días del año a disposición de los clientes. Vedo es la suma de profesionalidad, experiencia y buen hacer)