Román Otero, un valdeorrés en Alemania

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Este joven trabaja como protésico dental en Oldenburg, relata cómo es la vida en la Baja Sajonia y dice que algún día regresará a su tierra

Román Otero, un joven de 25 años que cumplirá 26 el 3 de febrero, es de Rubiá, en Valdeorras, aunque nació en O Barco. Amigo de sus amigos, con los que hace piña cada vez que viaja a Galicia, actualmente vive en Oldenburg, Baja Sajonia, en el norte de Alemania, donde trabaja como protésico dental tras haber trabajado previamente en la localidad lucense de Sarria. 

Desde hace tiempo soñaba con la idea de vivir fuera de España y, en enero de 2024, decidió dar el paso aprovechando una oportunidad profesional que surgió a través de un proyecto. Inglaterra también era una opción, pero finalmente se decantó por Alemania.

Para Román, las diferencias entre ambos países son notables en varios aspectos de la vida cotidiana. La vida social es uno de los cambios más evidentes: “No tiene nada que ver. El carácter de la gente aquí es menos alegre y no tienen esa retranca que tenemos en Galicia”, comenta. También destaca que las fiestas y la música son muy distintas: “Aquí la música es distinta, no escuchas nada que se escuche en España, y al revés”.

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En cuanto a la gastronomía, Román señala que las comidas y bebidas tampoco se parecen en nada a las de España. Además, los horarios comerciales son diferentes, con tiendas que cierran más temprano de lo que estaba acostumbrado en Valdeorras.

El clima es otro punto significativo. Aunque está habituado al tiempo gallego, en Alemania los inviernos son especialmente oscuros: “Aquí a las 4 de la tarde ya es de noche”. No obstante, encuentra un contrapunto en los largos días de verano, que considera un aspecto positivo. A pesar de estas diferencias, Román halla alguna similitud en el paisaje, destacando que la abundante vegetación de Alemania le recuerda a Galicia.

En lo que respecta a su trabajo como protésico dental, Román asegura que el sector en Alemania es similar al de España, especialmente en términos de desarrollo y tecnología. “Solo veo mi laboratorio, pero los avances van a la par”, explica.

Aunque está disfrutando de su experiencia en el extranjero, tiene claro que en algún momento regresará a España. «Tengo pensado volver», afirma.

Desde que se mudó a Alemania, Román ha vuelto a Valdeorras en tres ocasiones, una de ellas en mayo como sorpresa para su familia. Habitualmente viaja en avión, aunque este verano considera la opción de ir en coche para disfrutar del paisaje en el camino.

Román aprovecha la ubicación de Oldenburg para explorar países cercanos como los Países Bajos, República Checa y Bélgica, a los que viaja en coche para hacer turismo.

«Lo que más extraño es el sol» explica mientras se ríe. También envía un cariñoso saludo a su familia, especialmente a sus abuelos: “Son mayores y se que me echan mucho de menos”, así como a sus amigos, vecinos y conocidos. Por último, envía un saludo a su entrenador personal “aunque me haga sufrir, me ayudó bastante en ciertos momentos al estar lejos de casa” subraya.

Para contactar con él para la gente que quiera saber su experiencia o tenga dudas de si lanzarse a una aventura igual, Román deja su cuenta de Instagram: @romansete.