Protesta en A Rúa contra la deslocalización de Iberdrola

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A Rúa acogió una concentración contra la deslocalización de Iberdrola, frente a las puertas del edificio que alberga la empresa, en la que participaron vecinas, vecinos y políticos de diversas formaciones de este municipio, Petín, Vilamartín y O Bolo.

Víctor López, jubilado que trabajó durante 40 años en la citada empresa, fue la persona encargada de leer un manifiesto, el mismo que fue aprobado unas horas antes por la junta de portavoces de la Diputación provincial a propuesta del diputado y alcalde de Petín, Miguel Bautista Carballo.

Durante el acto se recordó la intención de la empresa de trasladar 16 puestos de trabajo del Centro de Control Integrado a Salamanca. El de A Rúa es, probablemente, el más antiguo de todos los del grupo de Iberdrola pues data de 1955.

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Luis Fernández Gudiña y Víctor López durante la lectura del manifiesto

Además, se puso de relieve, que tiempo atrás, de forma silenciosa, ya fueron despedidos cuatro de los cinco vigilantes que velaban por el edificio de Iberdrola en la localidad. La repercusión será la pérdida del control de los ríos gallegos y de empleo, contribuyendo a la despoblación del medio rural.

Víctor López y Ricardo Yagüe

Después de la lectura del manifiesto, Víctor López, de 87 años de edad, expresó que primero Saltos del Sil, después Iberduero y, ahora, Iberdrola aportó al municipio de A Rúa «un crecimiento extraordinario». Considera que sería «una gran pérdida desde el punto de vista social y económico, factores que deben ir unidos como un matrimonio».

Valoró que «los Saltos son una delicia y tienen que continuar siéndolo. No tienen por qué ser motivo de controversia. Es necesario que Iberdrola contribuya con el entorno, con Valdeorras». Además, argumentó que «ahora mismo que se habla de despoblación rural, ¿qué hacemos para mantenerla?». Tiene la esperanza de que la empresa cambie de decisión.

En la misma línea se pronunció otro de los trabajadores jubilados de la empresa, Ricardo Yagüe, quien señaló que «ya sabemos que es una empresa privada, que puede hacer lo que quiera, pero no debe abandonar A Rúa».

Por su parte, el alcalde, Luis Fernández Gudiña, aclaró que las movilizaciones no se retomarán hasta que pasen las elecciones municipales para no politizar este tema.