Fue una de las mejores ediciones en las que reinó el auténtico espíritu de esta mágica jornada
La cabalgata de Reyes en O Barco se convirtió en todo un acontecimiento, el más esperado por los más pequeños, después de dos años de ausencia en toda su dimensión debido a la pandemia. La ilusión renació con más fuerza que nunca, estrenándose por primera vez entre los niños y niñas en la franja de edad más corta. El entusiasmo brotó por doquier. Los Reyes Magos acapararon la admiración de los asistentes, también de los adultos.
O Barco vivió una de sus cabalgatas más multitudinarias. Fue una de las mejores ediciones en la que reinó el espíritu y el brillo de la ilusión renovada.
Las tres carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar, engalanadas con todo detalle, avanzaron por el corazón de la villa con la aclamación constante del público y un recorrido con la pausa necesaria para saludar y regalar una «lluvia» constante de caramelos (más de 500 kilos), magia e ilusión.
Las carrozas lucieron novedosos adornos coloridos como un globo aeroestático; una noria y un tío vivo. Por primera vez, la cabalgata fue acompasada con música.
Melchor, Gaspar y Baltasar, fueron escoltados en cada una de las carrozas por dos carteros, cuatro pajes y seis guardias reales así como 10 niñas y niños.
El alcalde, Alfredo García, recibió a los Reyes Magos a la puerta de la Casa Consistorial, donde la nieve artificial cayó con encanto sobre la comitiva real.
Después de saludar a los asistentes, el alcalde y los Reyes Magos ocuparon el balcón de la Consistorial, recibiendo la ovación del público.
Alfredo García pidió a los Reyes Magos que «todos seamos más generosos, empáticos y solidarios y tengamos claro que lo más importante no es tener razón sino llegar a acuerdos», abogando así por la concordia. También citó el mes de diciembre negro en el país debido a la violencia de género abogando por el fin de esta lacra social.
El alcalde pidió un 2023 lleno de salud, empleo y proyectos para la población barquense. También hizo un especial recuerdo para todas aquellas personas fallecidas como consecuencia de la COVID-19 deseando lo mejor a las familias.
Gaspar fue el Rey que habló a niñas y niños, poniendo en valor la lengua gallega.
La Policía Local veló por la seguridad de la cita con los Reyes Magos con la colaboración de Protección Civil. Y todo salió a la perfección. Fue una cabalgata que dejó constancia del buen hacer de los Reyes Magos en su tarea de hacer aflorar la ilusión.