Manuel García: “Es inconcebible que el ganado moleste en el rural, en San Xulián”

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Una inspección de Sanidad le hará una visita después de ser denunciado por una familia que reside por temporadas en este pueblo de A Rúa

Manuel García se ha hecho popular en las últimas horas después de acudir él mismo a todos los medios de comunicación, incluida la televisión, para relatar un conflicto vecinal que altera la paz de la pequeña localidad San Xulián (A Rúa). Su relato aspira a poner un toque de cordura a una situación que considera inconcebible e incomprensible en el medio rural: Que el ganado moleste.

Aquí, en San Xulián, donde tan solo residen cinco vecinos, una familia que pasa temporadas en la aldea lo ha denunciado por considerar que el ganado de Manuel provoca un impacto molesto e insalubre en el entorno. En las próximas horas, un profesional de Inspección de Sanidad se aproximará al pueblo para evaluar las cuadras de este ganadero.

“Las vecinas que protestan son de aquí, pero viven fuera. A mí no me estorban, el pueblo es bastante grande y cabemos todos. Que vengan y estén”. Sin embargo, no entiende cómo invierten su tiempo en “crear tensión en el pueblo a costa del ganado. No es la primera vez. Esta vez me tocó a mí. Si se aburren, pueden hacer rutas de senderismo en esta zona preciosa, mejor sería”, dice con una mezcla de enojo y tristeza al mismo tiempo.

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Las personas que se quejan lo han dejado muy claro, quieren que no haya excrementos de ganado en la calle, protestan por los malos olores y plagas asociadas al ganado (moscas, pulgas etc).

Manuel García trata de ponerse en su lugar pero “cada vez que vienen montan una pelotera de narices. Se quejan por todo, incluso por otros temas del pueblo. Yo tengo todo el ganado en regla y con su documentación. No soy la única persona que tiene ganado en San Xulián. Además, la calle es una vía pública y el ganado puede pasar”, explica Manuel García.

Este vecino de San Xulián se declara enemigo de enfrentamientos, dice que en San Xulián reina la paz cuando no están las personas que le denuncian y argumenta que “si viviesen aquí todo el año pues tal vez tendría que sacrificar el ganado porque les molesta, aunque yo, la verdad, no querría sacrificarlo”. De hecho, sus 30 cabras, 46 ovejas y 11 vacas, —subraya— aportan un bien común al pueblo: “Ayudan a desbrozar el perímetro del pueblo y, por tanto, contribuyen en la prevención de incendios”, indica.

Manuel García señala que el Seprona tiene que desplazarse a San Xulián cada vez que están las vecinas en el pueblo, si bien hace un tiempo que “la Guardia Civil ya no viene, se debió cansar, como es lógico, de este asunto”.

Manuel García, del barrio de A Pala (A Rúa), se trasladó a vivir a San Xulián hace 11 años. “Vine de vacaciones y ya me quedé. Entonces, decidí comprar una vaca, una oveja y dos cabras”. Y hasta hoy. Ahora la cabaña ganadera es mayor. La producción la destina a autoconsumo y el excedente para asociaciones como ACNUR y Cruz Roja.

En San Xulián encontró su felicidad para hacer una vida plena en el campo, como la de antes, ligada al ganado y labores propias del rural. Nunca imaginó que aquello que siempre ha sido propio y auténtico de este medio, como es el ganado, fuese motivo de enfrentamiento vecinal.

“No nos molestan los animales, solo pedimos que una cuadra cerca de nuestra casa esté limpia y sin abono para evitar malos olores”

Las vecinas que han expresado sus quejas dicen que “no nos molestan los animales, todo lo contrario, nos gusta verlos en el pueblo y ayudan a que no haya maleza. Tampoco nos estorban los excrementos de los animales. Lo único que pedimos a Manuel es que mantenga limpia y sin abono la cuadra próxima a nuestra casa para evitar que tengamos mal olor dentro de nuestra casa pues, sobre todo en verano, no se aguanta en las habitaciones”.

En este sentido, cuentan que antiguamente una vecina “tenía ganado donde actualmente lo tiene Manuel y nunca tuvimos problemas con ella porque tenía la cuadra limpia y sin abono”.

Al mismo tiempo, señalan que “no tenemos problemas con nadie del pueblo, excepto con Manuel desde el día que le quitamos un corral donde tenía metidas las vacas. Se lo quitamos porque le advertimos que estaba a punto de caer una pared y no solucionó el problema. Hasta antes de esto nos llevábamos bien, hasta le traíamos naranjas de Valencia cada vez que veníamos”.

San Xulián clama porque regrese la paz, haya armonía en la convivencia de los vecinos y sea compatible la actividad ganadera.