Los más pequeños aguardaron pacientemente su turno para saludar a Sus Majestades de Oriente
Los Reyes Magos deslumbraron en O Barco. Desde sus carrozas especialmente decoradas para la ocasión, tejidas con el brillo del día de Reyes, saludaron y atendieron las peticiones de los más pequeños.
Tal y como estaba previsto la comitiva real ocupó una carpa instalada frente al edificio multiusos a fin de esquivar el día de lluvia. Fue una cabalgata estática marcada por los tiempos de covid.
Una larga cola de niñas y niños aguardaron pacientemente su turno, para comunicar sus deseos a los Reyes, clavando su atención en Sus Majestades.
Melchor, Gaspar y Baltasar no defraudaron.
Los más pequeños vivieron una tarde intensa de emociones en las que la ilusión sobrevoló el recinto.
Sus atuendos, tronos estáticos y su saludo volvieron a atrapar el corazón de los más pequeños.
La gran noche de los Reyes Magos se respiró en O Barco.
